Un nuevo caso de fuga se registró en la madrugada de este domingo en la estación de Policía del municipio de Villa del Rosario, en Norte de Santander, donde cinco privados de la libertad lograron evadirse de una celda en la que permanecían detenidos.

Aunque las autoridades activaron de inmediato un plan candado para ubicarlos, solo dos de los fugitivos fueron recapturados, mientras que tres continúan prófugos.

La información conocida por este medio indica que, al parecer, los reclusos utilizaron una segueta para cortar uno de los barrotes de la celda.

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Aunque el espacio era mínimo, fue suficiente para que los cinco lograran escapar. Posteriormente, salieron por el techo de la estación, aprovechando la oscuridad y las condiciones de hacinamiento que se presentan en esas instalaciones.

“En esa celda había 26 personas detenidas, pero solo cinco se volaron. Cuando los custodios se percataron de que algunos de los internos iban por el techo, de inmediato alertaron a las unidades policiales del área metropolitana. Así fue como se logró la recaptura de dos de ellos en un sector cercano”, señaló una fuente.

Los dos que fueron nuevamente detenidos responden a los nombres de Wilmer Andrés López Silva, capturado por el delito de homicidio agravado, y Alexander Martínez Ayala, de nacionalidad venezolana, quien había sido detenido por hurto calificado y agravado.

Sin embargo, los otros tres siguen sin ser ubicados, y las autoridades mantienen el despliegue de búsqueda para tratar de dar con su paradero.

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Se trata de Moisés Andrés Manosalva Villán, procesado por hurto calificado y agravado; Brandon Alejandro Aldana Borja, venezolano, capturado por porte ilegal de armas de fuego; y José Luis Sibada Galicia, también venezolano y acusado por el mismo delito.

Sobre estos dos últimos, se conoció que fueron capturados el pasado 18 de diciembre en el barrio Navarro Wolf de Villa del Rosario. En esa ocasión, se movilizaban juntos en un vehículo y, al recibir la señal de pare por parte de la Policía, embistieron a uno de los uniformados y dispararon contra los agentes, lo que derivó en una persecución y posterior captura.

Este nuevo episodio deja en evidencia, una vez más, las condiciones precarias y de hacinamiento que enfrentan las estaciones de Policía, que no están diseñadas para funcionar como centros de reclusión permanente.

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La estación de Villa del Rosario ya ha sido escenario de otras fugas en el pasado, debido a que no cuenta con la infraestructura adecuada para mantener a personas privadas de la libertad por periodos prolongados.

Actualmente, los calabozos están sobrepoblados, lo que dificulta las labores de vigilancia y control por parte del personal policial.

En muchos casos, los reclusos deben permanecer allí por semanas o incluso meses, a la espera de ser trasladados a centros penitenciarios, lo cual agrava el riesgo de motines, fugas y situaciones de violencia.

Las autoridades ya abrieron una investigación interna para establecer cómo ingresaron la segueta con la que se habría cortado el barrote y si hubo algún tipo de omisión o complicidad. Mientras tanto, los operativos de búsqueda se intensificaron en todo el municipio, especialmente en los sectores fronterizos, ante la posibilidad de que los fugitivos intenten cruzar a Venezuela.

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