Ernesto López Pacheco, un hombre de 59 años, creyó que huyendo hacia Norte de Santander lograría despistar a las autoridades que lo buscaban desde hace varios meses por un grave delito cometido en el centro del país. 

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Pero su intento por evadir a la justicia fue frustrado este viernes en la vía que de Pamplona conduce a Bucaramanga, cuando uniformados de la Policía Nacional lograron su captura.

La detención se produjo alrededor de las 6:50 de la tarde, en jurisdicción del municipio de Silos, donde los policías de la estación local adelantaban labores de registro y control como parte del denominado Plan Laguna, una estrategia que busca reforzar la seguridad vial y detectar personas o elementos ilegales que circulen por las carreteras de esta zona del departamento.

En medio de uno de estos controles, los uniformados detuvieron un vehículo de transporte público que cubría esa ruta, y en el que se movilizaba Ernesto López. 
Como es habitual, los policías subieron al bus para verificar los documentos de identidad de los pasajeros. 

Fue entonces cuando uno de ellos llamó especialmente su atención: un hombre que, al notar la presencia policial, adoptó una actitud nerviosa y evasiva.
Este comportamiento levantó sospechas entre los agentes, quienes no dudaron en abordarlo para verificar sus antecedentes y realizarle un registro personal. 

La sorpresa llegó cuando, al consultar su cédula en la base de datos de antecedentes judiciales, encontraron que López tenía una orden de captura vigente.
Inmediatamente fue trasladado hasta la estación de Policía de Silos, mientras se confirmaba qué autoridad judicial lo requería. 

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Minutos después, se conoció que el Juzgado Segundo Penal de Garantías de Sogamoso, en el departamento de Boyacá, lo buscaba desde el 14 de mayo de 2024 por el delito de secuestro extorsivo, por hechos que habrían ocurrido en 2023.

Tras confirmar la vigencia de la orden y la gravedad del delito que se le imputa, los uniformados procedieron a dejarlo a disposición de la Fiscalía en Pamplona, donde se adelantarían las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento.

Aunque Ernesto López intentó pasar desapercibido en medio de un recorrido aparentemente común, fue su propio nerviosismo el que lo delató. 

Al cierre de esta edición, el capturado permanecía bajo custodia, a la espera de que un juez de control de garantías definiera su situación jurídica.

Se pudo establecer que López Pacheco estaría residiendo desde hace algún tiempo en la ciudad de Cúcuta, específicamente en el barrio Santa Ana, donde al parecer se había refugiado para evadir la orden judicial que pesaba en su contra.

Las autoridades reiteraron que este tipo de operativos continuarán ejecutándose en todo el departamento, con el fin de dar con el paradero de personas requeridas por la justicia y garantizar la seguridad de quienes transitan por las principales vías del oriente colombiano.

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