A sus apenas 10 años, Maitthe Dariana Reyes Gómez ya sabe cuál es su destino: cantarle al amor. Esta cucuteña, habitante del barrio Carlos Pizarro, cursa quinto grado en la Institución Educativa Oriental Número 26, y aunque le encantan las Ciencias Naturales, su corazón late con fuerza al ritmo de la música romántica.
Desde los tres años ha estado afinando su voz, y hoy se perfila como una promesa artística de Norte de Santander.
Inspirada por grandes divas como Amanda Miguel, Isabel Pantoja, Yuridia, Ángela Aguilar y Shakira, la cucuteña encuentra en las baladas y rancheras un universo en el que se siente viva.
Con una voz potente y un carisma que atrapa, esta pequeña artista comienza a abrirse paso en escenarios locales como las Ferias de Pamplona, las Ferias de Guaranito, las Ferias de San Faustino en Villa del Rosario, las veladas culturales del centro comercial Alejandría y presentaciones en el Ventura Plaza y el parque Santander.
“Ella es una niña muy noble, pero en su carrera, sobre todo, tengo que resaltar que es muy dedicada con todo lo que hace. Le pone empeño y disciplina a su pasión”, dijo Diana Reyes, su madre, quien ha sido su principal motor y acompañante en este camino musical.
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Madre soltera y convencida del talento de su hija, Diana no se cansa de tocar puertas para que el mundo escuche la voz de Maitthe.
La pequeña no solo canta: en su tiempo libre baila, juega fútbol y voleibol, ensaya técnica vocal, y también dedica tiempo a leer y practicar actuación, porque sueña con ser actriz además de cantante. Sin embargo, lo tiene claro: “Mi mayor anhelo es ser una gran cantante de música romántica”, dijo con firmeza.
Para lograrlo, la nortesantandereana se prepara desde hace dos años en la academia Tallando Talentos, donde entrena su voz dos horas diarias.
Su disciplina sorprende incluso a sus profesores, que ven en ella una mezcla de talento innato y perseverancia poco común para su edad.
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Y aunque cuando piensa en el futuro también sueña con ser médica o estudiar Comunicación Social, su corazón siempre regresa a lo mismo: los escenarios, el micrófono, las canciones que hablan del amor.
Su historia es un recordatorio de que el talento no tiene edad y que, incluso desde una ciudad como Cúcuta, se puede empezar a escribir una carrera artística con proyección nacional.
Con su voz como bandera y el amor de su madre como escudo, Maitthe Reyes está decidida a conquistar corazones al son de la música romántica.
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