Desde la Secretaría de Cultura y Turismo de Cúcuta, en articulación con la Red Municipal de Lectura y Escritura, la Secretaría de Posconflicto y Cultura de Paz y el Banco de la República, se está trabajando en la estrategia ‘La paz se toma la palabra’.
Lea también: Doble Homicidio en la urbanización Heliópolis
Iniciativa que surgió como un plan multipropósito para generar grandes cambios en la sociedad cucuteña a través de la lectura, la escritura y la lúdica como ejes transformadores para la construcción de escenarios de paz en la zona rural y urbana del municipio.
Refugio en los libros
Cuando Andreina Paola Carrillo era niña, soñaba con el día en que el corregimiento de Palmarito respirara paz, pero ante la difícil situación de orden público de la que son testigos sus habitantes, por su propia cuenta encontró refugio en los libros y, más aún, en las historias que la transportaban a sitios protegidos por el poder de las palabras.
Por eso, cuando creció, se convirtió en promotora de lectura, para ser una gestora de cambio y guardiana de aquellos niños que, como ella, alguna vez han buscado la calma en medio de la tormenta.
Le puede interesar: Camiones cargados de contrabando dañan puente de San Antonio
“Cuando niña, aquí nunca llegaron actividades de ninguna clase, pero ahora está sucediendo, han llegado entidades, y gracias al programa de la Red Municipal de Lectura y Escritura, en liderazgo de la Secretaría de Cultura y Turismo de Cúcuta, puedo pasar por las casas invitando a los padres a llevar a sus hijos a las actividades. Un aproximado de hora y media a dos horas en las que leemos cuentos, hacemos rondas, jugamos, pintamos y nos imaginamos hacia el futuro”, comentó Andreina Carrillo.
Acciones con las que los más pequeños están siendo ocupados y protegidos de los escenarios de violencia.
“Semana a semana, hemos estado preparando a nuestros ludotecarios, bibliotecarios y promotores de lectura para llevar a las comunidades estrategias efectivas de aprendizaje, basadas en la experiencia del día a día y del conocimiento de quienes poseen la teoría, para ser mediadores de paz con aquellos que han sufrido la ausencia de la misma”, comentó Olga Patricia Omaña, secretaria de Cultura y Turismo de Cúcuta.
Más información: Autoridades advierten que cazar tiburones es un delito
Un trabajo articulado
Durante los últimos encuentros, la GIZ se ha vinculado para capacitar al equipo en estrategias de lectura incluyente con enfoque de género, representación afrodescendiente, memoria histórica y visibilización de quienes han sufrido el conflicto.
De manera articulada, el Banco de la República, además de prestar sus instalaciones para las capacitaciones, ha desarrollado ejercicios de recuerdo, reflexión y perdón, para conversar sobre la paz sin recurrir al uso directo de términos en zonas vulnerables.
Entérese: Un avión con 132 pasajeros se estrella en el suroeste de China
“La paz es llevar alegría a las comunidades donde el conflicto ha dejado tristeza y dolor en el ambiente, paz es promover la resiliencia, y desde el Banco de la República apostamos por este objetivo con el que hemos trabajado en cuidar el alma, porque el alma no son solo las bibliotecas, sino también todas estas actividades de extensión que están llegando a más espacios”, mencionó Adriana Ferreira Esparza, jefe cultural de la sucursal del Banco de la República para Cúcuta.
Elisa Montoya, secretaria de Posconflicto y Cultura de Paz, socializó con los promotores en formación la ruta metodológica y teórica de lo que es ser una víctima en Colombia y se expusieron los diferentes programas y líneas de atención inmediata para la protección de las víctimas.
En estos encuentros se acordó establecer una mesa técnica de aprendizaje destinada a los promotores para capacitarse en las estrategias y programas de las secretarías para replicarlos en las zonas a intervenir, como el ‘Tour de la memoria’, ‘1, 2, 3 por la paz’ y la ‘Muestra itinerante’, con los que se abarcan temáticas de memoria, patrimonio, historia local y construcción de paz a través de la lúdica.
Lea aquí: Conozca los métodos para llevar una menstruación ecológica y sostenible
“Si algo demostró el 2020 es que ni siquiera la pandemia pudo frenar el conflicto, por eso no podemos permitir que la paz sea un tema superficial ni de un solo día, tenemos un largo camino por recorrer, sobre todo en los lugares de nuestro territorio donde encontramos niños y jóvenes con casos por contar que no encuentran las palabras para hacerlo. Es en esos casos es donde la lectura se convierte en el medio para el escape y forma de denuncia de esas situaciones difíciles, que motiva a los pequeños a crecer como personas para generar un verdadero cambio estructural”, destacó Elisa Montoya, secretaria de Posconflicto.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/_Suscríbete_Aquí .