En la calle 13 del barrio La Playa se encuentra ubicada la Asociación de Ciegos de Norte de Santander. Este centro, fundado hace 55 años, reúne a personas con discapacidad visual. Actualmente 63 miembros conforman esta asociación, la cual es considerada por ellos como un segundo hogar.
De acuerdo con Jesús Rincón, vicepresidente de la asociación, el inmueble lograron comprarlo en 2001 luego de años pagando arriendo en diferentes sitios de Cúcuta. Destacó que los recursos para adquirir el lugar los obtuvieron mediante la venta de rifas, asimismo señaló que actualmente subsisten gracias al apoyo de la comunidad.
En encuentros periódicos estas personas se reúnen para actividades recreativas, formativas y celebrar fechas especiales. En ese sentido, el lugar se ha vuelto un grupo de apoyo que brinda esperanza y recopila historias de personas que viven con ceguera en la ciudad.
Enseñando la superación
Lucía Rodríguez, quien llegó a la asociación en 2018, tiene glaucoma congénita. Esta condición, según afirmó, le permite ver solamente desde su ojo derecho.
Aseguró que aunque el diagnóstico lo recibió a sus 20 años, toda su vida presentó problemas de vista, los cuales fueron aumentando gradualmente. Mencionó que a pesar de su discapacidad logró graduarse de bachiller y como licenciada en Ciencias Sociales.
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Manifestó que está situación nunca la desmotivó ni la hizo sentir menos capaz que otras personas, por el contrario indicó que actualmente está haciendo una maestría en educación inclusiva y se desempeña desde 2019 como docente de apoyo para estudiantes con discapacidad visual de la zona del Catatumbo.
Otros logros que resaltó es poder tener su familia y ser deportista paranacional de la categoría de bolos. Sobre este último aspecto resaltó que fue uno de sus puentes para superar la discapacidad.
Frente a los desafíos destacó que “lo más importante es demostrar que también podemos superarnos y lograr grandes cosas. Podemos convertir nuestras debilidades en fortalezas si nos lo proponemos”.
Abogada de corazón
Martha Romero García, vive con ceguera total por retinosis pigmentaria. Esta discapacidad, que la acompaña desde sus 15 años, le ha conllevado rechazos y duelo emocional, sin embargo hoy en día la mujer es graduada en derecho y cuenta con su propio consultorio en Cúcuta.
Explicó que la pérdida de la visión en su adolescencia provocó que el colegio donde estudiaba su bachillerato le cerrara las puertas. Indicó que lo mismo la llevó a estar cinco años encerrada en su casa.
Pese a ello, la llegada de la asociación a la ciudad le permitió contar con un grupo de apoyo que la llenó de motivación. En ese sentido, logró aprender braille, graduarse de bachiller a través de nivelación, y posteriormente entrar a la universidad a estudiar Derecho. Profesión que ha desempeñado desde 1989 .
De igual manera, miembros de la asociación como Miguel Fernández, William Pedraza y Miguel Ramírez expusieron que mediante la cocina, la espiritualidad y sus familias, han logrado superar todo tipo de obstáculos. Informaron también que la tecnología les ha facilitado algunos aspectos de sus vidas. Además recalcaron que otras personas con su discapacidad les inspiran a nunca rendirse.
Agregaron que algunos retos que presentan son el desempleo, los prejuicios y la dificultad para conseguir bastones. También indicaron que en la ciudad hace falta mayor señalización para su movilidad. En cuanto a la asociación expusieron que necesitan apoyo con una deuda de impuesto predial y con el mantenimiento de su infraestructura. Pero no solo señalización, también alertas sonoras en las esquinas donde hay semáforos, para evitar ser embestidos por los carros.