La investigación para esclarecer el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay avanza rápidamente. En las últimas horas se conoció un nuevo detalle que podría ser crucial para explicar lo ocurrido: el sicario no usó su propio teléfono celular durante el ataque, sino que recurrió a uno prestado.
Según confirmó la Fiscalía General de la Nación, el joven de 15 años que disparó contra el congresista dejó su dispositivo personal en casa el día del atentado y solicitó prestado un celular a un hombre identificado como alias “el Costeño”, justo antes de ejecutar el plan criminal.
Este nuevo hallazgo ha captado la atención de los investigadores, quienes ven en el celular prestado una pista clave para reconstruir la red de conexiones detrás del atentado. El dispositivo fue incautado en la noche del sábado 7 de junio de 2025, durante un allanamiento en la residencia del menor, y actualmente está siendo sometido a un análisis forense detallado.
El hecho de que el adolescente optara por no portar su celular habitual podría indicar un intento deliberado de evitar ser rastreado o de ocultar contactos comprometedores. Sin embargo, el celular que sí utilizó ese día podría contener conversaciones, registros de llamadas o mensajes que ayuden a identificar a otros implicados en el atentado.
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Buscan a alias “el Costeño”
Las autoridades buscan ahora intensamente a alias “el Costeño”, señalado como el presunto cerebro del ataque. Su relación con el joven sicario y la posible coordinación del atentado a través del celular prestado lo convierten en una pieza clave del rompecabezas criminal.
Además del análisis del dispositivo, la Fiscalía ha desplegado un amplio operativo investigativo que incluye 43 entrevistas a testigos, revisión de imágenes de 89 cámaras de seguridad, la incautación de ocho teléfonos celulares adicionales y dos estudios de cartografía forense.
En medio de las indagaciones, la Fiscalía descartó hasta el momento la participación de organizaciones criminales internacionales, lo que debilita la hipótesis inicial de una posible conexión con mafias ecuatorianas. El caso parece orientarse hacia una trama de carácter local con móviles aún no confirmados.
Pistola modificada y balas reforzadas
En paralelo a la investigación digital, los peritos han identificado otro elemento técnico significativo: el arma utilizada en el ataque, una pistola Glock calibre 9 milímetros, fue modificada para disparar en ráfaga. Esta alteración, paradójicamente, redujo la potencia de los disparos.
Para contrarrestar esa pérdida de impacto, los atacantes recubrieron las balas con bronce y latón, una maniobra que refuerza la hipótesis de una planificación detallada y premeditada.
Mientras el senador Miguel Uribe continúa en estado grave, los investigadores se concentran en seguir el rastro que podría dejar el celular prestado, con la esperanza de desentrañar quiénes estuvieron realmente detrás de este intento de asesinato.
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