En el último consejo de ministros, el presidente Gustavo Petro soltó una idea que encendió alarmas en el sector infraestructura: para enfrentar la fiebre amarilla y comprar entre 13 millones y 14 millones de dosis de vacunas, el Gobierno podría usar hasta $1 billón... de las vigencias futuras de los proyectos 4G y 5G que, según él, estarían en incumplimiento.
Le puede interesar: El 85 por ciento de la oferta de VIS, fuera del alcance de los hogares: Asocajas
“Existen $8 billones del Gobierno guardados en los bancos en fondos de fideicomiso, para soportar la contratación con los concesionarios dueños de peajes, de las llamadas 4G y 5G”, dijo el jefe de Estado.
Pero la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) no tardó en responder. Y lo hizo con una frase rotunda: “los proyectos están cumpliendo y la plata ya está comprometida”.
“Ninguno está incumpliendo”, dice el gremio
Juan Martín Caicedo, presidente de la CCI, salió al paso de las declaraciones y puso los puntos sobre las íes: “Todos los proyectos de concesión, de cuarta y quinta generación, están cumpliendo cabalmente sus obligaciones”.
Es decir, no hay margen legal para redirigir esos dineros a otras causas, por urgentes que sean. Además, explicó que esos recursos están girados a las fiducias para pagar obras construidas por concesionarios que ya fueron entregadas y aprobadas por el Estado.
Lea también: Pasajeros sostienen el techo de un avión en pleno vuelo
La CCI fue enfática: las vigencias futuras no pueden trasladarse a otros sectores. Son compromisos contractuales de largo plazo, firmados por el Estado colombiano, y financiados en buena parte con capital privado.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, respaldó esta tesis y alertó que cualquier cambio arbitrario “pondría en duda la seguridad jurídica de las vigencias futuras, que son la fuente de pago esencial de los proyectos de infraestructura del país”.