En el Centro Histórico de Cartagena se llevan a cabo operativos del Plan Titán 24, una iniciativa de la Alcaldía de Cartagena para mejorar la seguridad, el control y la movilidad en la zona. No obstante, a través de redes sociales circulan varias denuncias ciudadanas de mujeres reaccionando tras operativos de requisas realizados por la Policía en inmediaciones de la Torre del Reloj.
Estos operativos, que incluyen cierres y controles, buscan fortalecer la seguridad y el orden en el área, con la participación de la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana y la Policía Metropolitana. Sin embargo, las usuarias aseguran haber sido abordadas por agentes que les impidieron el paso cuando intentaban ingresar al lugar, presuntamente sin una justificación, sometidas a registros personales que consideran arbitrarios o estigmatizantes.
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Uno de los videos fue publicada por la cuenta @Shilematos, quien grabó varios clips en los que se observa un altercado que tuvo en la Torre del Reloj con varios agentes de policía, quienes, asegura la mujer, la retuvieron cuando intentaba entrar a la ciudad amurallada.
“Ustedes no me dejan ingresar, no sé por qué me retienen a mi y no me dan justificación. Aquí me tienen todavía. Estas son las cosas que pasan en Cartagena, en ningún otro lado pasa. Yo como que tengo cara de delincuente, no sé de qué me verán cara. A los que no deben dejar entrar si los dejan (…), cuando venga el cuadrante yo le puedo dar mi cédula para verificar, antes no”, menciona la mujer en el video, refiriéndose a los agentes de policía.
Otras usuarias, publicadas por el portal Caribe Noticias, aparecen en un video refiriéndose a los operativos, tras documentar el momento en que les prohibieron el ingreso al lugar. En el video se observa a varias jóvenes discutiendo con un funcionario del Distrito; “¿lo haces porque crees que somos prostitutas?, yo soy una empresaria, y no es primera vez que me pasa. Yo soy de aquí”, grita una de las jóvenes.
Otros relatos se han sumado a la denuncia de las usuarias en redes sociales, quienes exigen una solución, o claridad respecto a estos operativos y requisas.
“Me quitaron el bolso, lo abrieron, sacaron el celular, le quitaron el forro. También revisaron el maquillaje, mis documentos, mis tarjetas, mi plata, todo. Aunque yo no estaba haciendo nada malo, no me negué, porque entendí que era parte de su trabajo. Pero sí les aclaré que yo no soy ni prostituta ni prepago. Aclaré que estaba esperando la reserva para entrar a un lugar”, indicó a El Universal una de las afectadas, quien pidió mantener su identidad en reserva.
Y agregó: “después de revisar mis cosas, me requisaron a mí. Me tocaron los senos, las nalgas, todo el cuerpo. No me explicaron por qué lo hacían. Y al final, sin decirlo directamente, me dieron a entender que no debía seguir esperando allí. No fue como si me estuvieran protegiendo de algo, sino como si yo misma fuera el problema”.