Al igual que en el resto del país, el sector construcción de Norte de Santander pasa por un momento difícil. Entre enero y mayo de este año, en el departamento se dejaron de vender 1.460 viviendas, lo que representa una caída del 67% comparado con el mismo periodo de 2022. 

El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, quien visitó Cúcuta para asistir al foro sectorial ‘Construcción de Hábitat 2023’, precisó en entrevista con La Opinión que en ese periodo, la comercialización de vivienda pasó de 2.162 unidades vendidas en 2022 a 702 en 2023, de acuerdo a los datos de Coordenada Urbana. 

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Herrera afirmó que solo en mayo, la reducción en venta de vivienda en Norte de Santander fue del 82,4%. Sin embargo, consideró que, a pesar de que la industria edificadora se ha impactado por variables como la inflación y las tasas de interés, entre otras, las condiciones económicas se están alineando para que el sector pueda recuperarse.

2.790 subsidios represados

Entre las cifras que entregó, el líder gremial resaltó que Norte de Santander es el quinto departamento con más desembolsos represados de Mi Casa Ya. En la región, 2.790 hogares esperan los recursos asignados para concretar la compra de su vivienda.

Señaló que esa cifra está comprendida por 1.394 casas o apartamentos terminados a septiembre de 2022 y 1.396 concluidos entre octubre del año pasado y abril de este año. Además, se estima que 142 hogares se agregarán cada mes a la demanda del programa en 2023.

El listado de los departamentos con mayor número de subsidios represados lo liderán Valle del Cauca (9.729), Atlántico (8.494), Bolívar (7.277) y Cundinamarca (3.896).

El presidente de Camacol insistió en que haber incluido el registro en el Sisbén como requisito para poder acceder a Mi Casa Ya, afecta la operación del programa y se constituye en un trámite adicional para los hogares. 

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Sostuvo que, según una encuesta realizada por la plataforma Estrenar Vivienda, aliado estratégico de Camacol, cuatro de cada diez hogares solicitantes de subsidios no cuenta con Sisbén. “Incluso, reuniones con empresarios muestran que cerca del 70% de los hogares habilitados por el Sisbén no logran un cierre de negocios efectivo”.

¿Y la reactivación?

Para Guillermo Herrera, el  billón de pesos adicional anunciado por el presidente Gustavo Petro para el presupuesto del Ministerio de Vivienda y del programa para Mi Casa Ya, solo alcanzará “para cubrir parte del represamiento” de los subsidios del año pasado y del actual, y, así, cerrar las ventas de unidades que ya están terminadas o en construcción desde hace un año y medio.

“La adición cubre el problema de acumulación de inventarios pero no permite generar nuevos proyectos. Es necesario trabajar con el Gobierno para ver cómo, dentro de esos 200.000 subsidios que anuncia la ministra Catalina Velazco (50.000 por cada año), puede maniobrarse para poder inyectar recursos de reactivación al sector, porque tenemos estimaciones de que, de seguir el curso actual, se podrían perder hasta 150.000 empleos en el país”.

Para Herrera, la construcción de VIS a nivel regional requiere que se ponga en marcha la estrategia contracíclica anunciada por el presidente Gustavo Petro en un trino, que ha sido también una de las propuestas del gremio, junto a la de ponerse al día con Mi Casa Ya, para la reactivación.

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Otras sugerencias de Camacol para el Gobierno es que en el Plan Nacional de Desarrollo se definan las metas para Vivienda de Interés Social (VIS) y elaborar un régimen de transición de Mi Casa Ya, que lleve a la ampliación de la cobertura regional.

Falta más

Con la adición presupuestal del billón de pesos se lograrán $2,24 billones para financiar el programa, lo que permitiría desembolsar 75.000 subsidios este año, incluidos los 23.000 pendientes del 2022. Adicionalmente, se tendrían 52.000 coberturas a la tasa de interés para el 2023 y 8.000 para el 2024.

Sin embargo, las cuentas indican que se requieren al menos 90.000 subsidios a la cuota inicial y coberturas a la tasa de interés para cubrir la demanda de los hogares, este año. 

Herrera hizo énfasis en que es clave entender que para que los hogares puedan escriturar su vivienda es necesario cumplir con dos condiciones: la asignación del subsidio para el pago inicial y el desembolso del subsidio a la tasa de interés. “Si se tiene uno pero no el otro, no es posible acceder a la vivienda, a través del programa”, aseguró. 

Esto quiere decir que con los recursos asegurados, hay un déficit de 15.000 subsidios a la cuota inicial y de 33.000 coberturas.

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