

El desarrollo de alternativas contra el cáncer ha motivado una intensa investigación sobre compuestos bioactivos derivados de fuentes naturales. En este contexto, Escozul Colombia, producto desarrollado por el Grupo LifEscozul, se presenta como una alternativa basada en las propiedades del veneno de escorpión, con un enfoque innovador sustentado por la ciencia.
Esta perspectiva ha sido analizada en profundidad en el estudio “Voltage-Gated K⁺/Na⁺ Channels and Scorpion Venom Toxins in Cancer”, publicado en Frontiers in Pharmacology y realizado por Alexis Díaz-García (LifEscozul Chile SpA y MiNICAD, Universidad de Chile) y Diego Varela (MiNICAD y el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile). La investigación proporciona una sólida base científica sobre cómo las toxinas del veneno de escorpión, como las incluidas en Escozul, pueden modular canales iónicos asociados al desarrollo y progresión del cáncer.
Fundamentos del Escozul en la modulación de canales iónicos
El artículo examina el papel crítico que desempeñan los canales iónicos de sodio (Na⁺) y potasio (K⁺) regulados por voltaje en procesos clave como la proliferación, migración y apoptosis de las células tumorales. Estas proteínas, que controlan el flujo iónico a través de la membrana celular, se han identificado como blancos moleculares relevantes en diversos tipos de cáncer y su desregulación se asocia frecuentemente con el crecimiento tumoral agresivo.
Las toxinas del veneno de escorpión, como las utilizadas en Escozul, actúan específicamente sobre estos canales, generando efectos anticancerígenos a través de varios mecanismos. Por ejemplo, algunas toxinas inhiben canales Kv10.1 (también conocidos como EAG1), los cuales están altamente expresados en células tumorales pero no en tejidos sanos. La inhibición de estos canales puede detener el ciclo celular y reducir la proliferación tumoral, lo que convierte a estas toxinas en prometedores candidatos terapéuticos.
El estudio liderado por Díaz-García y Varela también destaca que varias toxinas de escorpión tienen afinidad por canales Naᵥ1.5, que están relacionados con la capacidad de las células cancerosas para invadir otros tejidos. La modulación de estos canales mediante toxinas específicas puede, por tanto, disminuir la agresividad del tumor y limitar su capacidad metastásica. En el desarrollo de productos como Escozul, estas propiedades son fundamentales, ya que apuntan a la capacidad del veneno de escorpión para atacar múltiples frentes del proceso tumoral.
Toxinas naturales con alta especificidad y bajo riesgo
En el estudio se menciona que muchas de estas toxinas, pese a su potencia, presentan una alta especificidad por sus blancos moleculares y un bajo nivel de toxicidad general. Esto es relevante para productos como Escozul, que busca ofrecer una alternativa basada en la modulación fina del comportamiento celular sin los efectos secundarios severos de otros tratamientos convencionales.
En cuanto a la fuente biológica, el artículo subraya que los escorpiones han evolucionado para producir una amplia variedad de toxinas con estructuras peptídicas estables y funcionalmente versátiles. Escozul, como derivado de este tipo de venenos, aprovecha ese potencial para ofrecer un enfoque terapéutico de base natural, respaldado por la investigación en fisiología celular y farmacología de canales iónicos.
Uno de los aspectos más innovadores que resalta la publicación es la posibilidad de utilizar estas toxinas como herramientas para comprender mejor la biología del cáncer. A través de la modulación de canales como Kv1.3, que influyen en el ciclo celular y la apoptosis, se abre la puerta a estrategias terapéuticas personalizadas. El Grupo LifEscozul ha incorporado este conocimiento a través de su producto Escozul Colombia, cuyo desarrollo se alinea con las propuestas más avanzadas de la farmacología molecular contemporánea.
El estudio “Voltage-Gated K⁺/Na⁺ Channels and Scorpion Venom Toxins in Cancer”, respalda científicamente el uso de toxinas del veneno de escorpión como herramientas prometedoras en la lucha contra el cáncer. El análisis realizado por Díaz-García y Varela posiciona a Escozul como una opción con fundamentos moleculares sólidos, dentro del creciente campo de la oncología basada en compuestos naturales. Enfocándose en la inhibición específica de canales iónicos que contribuyen a la progresión tumoral.