Cuál edad es la indicada para que los niños inicien controles odontológicos? ¿qué debo hacer para que estas primeras experiencias sean favorables? Son las preguntas que le hacen a diario a la odontóloga Marcela Villán los padres de familia cuando sus hijos forman pataletas en pleno consultorio.
Para Villán, la respuesta es clara y simple: iniciar controles desde el primer año, puesto que estas primeras visitas servirán para que el niño se adapte al entorno odontológico y llegue con confianza a las citas.
“No necesariamente debemos esperar a que nuestro niño tenga la dentadura completa para visitar al odontólogo. Podemos iniciar con valoraciones orales para que el niño vaya conociendo y se vaya familiarizando con los instrumentos, la silla y las luces”, explicó la odontóloga.
Aunque en los primeros meses el uso del cepillo es nulo, los padres deben limpiar las encías de sus hijos con agua hervida y gasas para evitar la acumulación de alimentos en la boca.
Después del año se debe utilizar cepillo y agua. La crema dental debe introducirse después de los dos años. No debe contener flúor para evitar problemas de salud si el pequeño la ingiere.
Entre los 3 y los 4 años, los padres deben ser quienes cepillen a sus hijos, aseguró Villán. No se puede dejar esa responsabilidad en los pequeños porque no lo harán bien y podrán contraer caries. Los padres deben dirigir el cepillado.
“Cuando los papás se tardan en llevar a los niños al control es donde empiezan los problemas. Si un niño tiene su primera cita a los 3 o 4 años y va acompañada de dolor por alguna caries o infección, no va a tener una experiencia reconfortante”, explicó la odontóloga. “ Si el niño viene adolorido y tiene que enfrentarse con un ambiente que jamás ha visto y unas herramientas desconocidas, el choque va a ser fuerte. Al dolor se le suma la incomodidad”.
Así mismo, la demora en los inicios de los controles pueden ocasionar fuertes problemas bucales, que van desde caries, una infección simple hasta una celulitis facial, la cual incluye hasta cinco días de hospitalización.
Igualmente, promover hábitos de higiene bucal en los niños desde temprana edad es la clave para prevenir estos inconvenientes y blindar a sus hijos contra la temible caries. La visita al odontólogo debe ser semestral.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 60 y el 90 por ciento de los niños en edad escolar tienen caries. En Colombia, las cifras están entre el 84 y el 89 por ciento.
Perdiendo el miedo
Con el fin de garantizarles a los padres una cita odontológica sin lloriqueos ni pataletas, y garantizar una buena higiene oral de los niños, la sicóloga Paola Rojas nos da ocho pasos para hacer más divertidas y amenas estas visitas:
1. Convierte la visita al dentista en un hábito. Si el niño conoce a los doctores de antemano asumirá que no va a ocurrir nada malo dentro del consultorio. Las visitas al odontólogo deben formar parte de su rutina como ocurre con las visitas al pediatra.
2. Decirles la verdad es clave. No es bueno decirle que van a jugar a un sitio y que de repente, además del juego, se encuentre con un personaje desconocido que le mete instrumentos extraño en la boca. Evite tranquilizarlo con frases que en vez de calmarlo al miedo como: “no temas que no te van a hacer daño” o “ no te preocupes que parece que no duele”.
3. Los regalos e incentivos pequeños, como una golosina (lavándonos siempre los dientes) o juguetes, pueden ser aconsejables en el caso de los tratamientos más largos o que más asustan (como ortodoncias).
4. Recuerda felicitarles siempre por su valentía.
5. Procura que tanto el espacio como el personal de la clínica estén especializados en público infantil.
6. Incentive a sus hijos a jugar a ‘ser dentistas’ en casa para que le vayan perdiendo el miedo a este oficio.
7. Si van al odontólogo en familia procure que los hermanos mayores o los padres pasen primero para dar ejemplo. Si sus hijos ven que un allegado se somete a este mismo procedimiento lo aceptará con mayor facilidad.
8. En los colegios y jardines se deben hacer jornadas educativas o brigadas de salud ondontológicas para que los niños pierdan el temor al odontólogo y se eduquen en buenos hábitos de limpieza dental.