El régimen de Nicolás Maduro estaría liderando la presencia de una compleja red de espionaje que ha llegado hasta las fronteras con Colombia y otros países de Latinoamérica, en un esfuerzo por controlar y neutralizar a opositores y desertores de las Fuerzas Militares venezolanas. ¿Qué ocurrió?
En síntesis, una operación de cacería se habría desatado en Colombia y Chile por parte del Gobierno de Venezuela a raíz de los planes golpistas de dos militares desertores y un líder estudiantil de ese país, que estuvieron en Cúcuta (Norte de Santander) en diciembre pasado. Sin embargo, el Palacio de Miraflores contrarrestó estas intenciones, al parecer, vulnerando la soberanía y las fronteras de Colombia y de Chile, así como de aliarse con grupos armados ilegales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas criminales como el Tren de Aragua.
Así lo revelaron documentos y testimonios obtenidos por Noticias Caracol que indican sobre una operación clandestina que involucran a la alianza con grupos armados ilegales como el ELN y bandas criminales como el Tren de Aragua.
La investigación de la unidad investigativa de Noticias Caracol señala que las operaciones de inteligencia y contrainteligencia en Venezuela tenían como fin vigilar a los exmilitares Ányelo Heredia y Ronald Ojeda y el líder estudiantil Pablo Parada, quienes han sido víctimas de acciones criminales, como el secuestro, en presuntas alianzas con los mencionados grupos ilegales.
Según testimonios, la misión de estos agentes sería no solo recolectar información sensible de seguridad nacional, sino también llevar a cabo una implacable cacería de desertores y disidentes políticos. El teniente coronel Alexander Granko, conocido como ‘Mano Negra’ o ‘el hombre de las mil caras’, sería el cerebro detrás de estas operaciones, que han traspasado las fronteras con Colombia.
El modus operandi de la contrainteligencia militar venezolana incluiría la coordinación de miembros de organizaciones criminales (ELN y Tren de Aragua) para llevar a cabo tareas de vigilancia, seguimiento e intimidación a opositores políticos venezolanos radicados en Colombia. Además, estas redes criminales podrían estar involucradas en actividades ilícitas como el tráfico de drogas
En ese sentido, los desertores del Ejército venezolano tuvieron destinos distintos. Heredia fue secuestrado en Colombia y luego lo entregaron a la inteligencia del vecino país; mientras que Ojeda fue secuestrado y asesinado en Santiago de Chile, presuntamente con la alianza con el Tren de Aragua.
Entre tanto, el líder Parada evadió el secuestro y denunció haber sido víctima de seguimientos ilegales por parte de organizaciones criminales con lazos en Venezuela. Estos hechos, según muestran los documentos secretos en poder de Noticias Caracol, estuvieron enmarcados en una relación de colaboración entre grupos criminales colombianos y la inteligencia y contrainteligencia militar de Venezuela.
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Los opositores que huyeron a Colombia
Un exmilitar venezolano cercano a los desertores que prefirió mantener su identidad en el anonimato, recordó los planes que iniciaron con sus compañeros.
“Me comunica el capitán Heredia, me llama y me dice que tengo una labor. ¿Qué pasó? Esto y lo otro. Vamos a reunirnos. Yo me dirijo a Norte de Santander. Tengo una reunión donde me efectúan la planificación de una operación militar llamada “Venezuela Libre”, la cual se explicaba que iba a ser la toma del Estado Táchira, de la brigada del Ejército y del batallón vigésimo (SIC) primero de infantería de selva. Acontece que yo veo la planificación, veo todo, veo absolutamente todo, pero hay cosas que a mí no me gustan. ¿Cómo qué? Yo veo la planificación en una mesa estratégica militar. Y digo no, pero esto no está bien”, relató el exmilitar a Noticias Caracol.
Ya en el país donde llevaban viviendo unos años, los exmilitares intentaron cruzar hacia Venezuela, a pesar de los altos riesgos que esto conllevaba. “Él y Ronald Ojeda se van hasta la frontera del Norte de Santander. Cuando llegan a la frontera yo les digo: ‘no lo hagan. Si ustedes van a querer pasar ahorita, pasen vestidos con chancletas, vendan café, pónganse un sombrero, lleven sol, pónganse negros porque están blancos, se ve que tienen dinero. Pasen necesidad y ustedes van a pasar’. Y no, ellos se pusieron a meterse en la trocha”, relató el exmilitar.
Y conociendo los riesgos, el capitán Heredia resultó siendo secuestrado por el ELN el pasado diciembre de 2023 en la zona fronteriza, donde según relatos habría sido entregado a hombres de la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela, DGCIM, y el teniente Ronald Ojeda, logró escapar, terminando en Chile.
“Ojeda toma un bus hasta Rumichaca, y después empieza a bajar a Ecuador, a Perú y luego hasta Chile. Todo el recorrido lo hace absolutamente por tierra”, detalló el exmilitar; sin embargo, esto no sirvió de mucho, pues al opositor lo encontraron y posteriormente fue hallado muerto por el gobierno chileno, quien no descarta que se trate de un crimen relacionado con el régimen de Maduro.
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Estos opositores habían huido de Venezuela tras fugarse de una cárcel militar y se habían unido a movimientos opositores al gobierno de Maduro, lo que los convirtió en blancos de una intensa persecución por parte de las autoridades venezolanas, que los consideran traidores y enemigos del Estado.
Heredia había advertido sobre esta persecución en el año 2022. “Una vez gana Petro, a mí me informan que tenía que salir del país porque si existía un cambio de las autoridades de inteligencia y gubernamentales lo más seguro es que me fuesen a capturar o para extraditarme o para interrogarme”, dijo Heredia en ese entonces a ese medio.
Y es que los desertores se exponen a tratos sumamente crueles cuando son puestos a disposición de las autoridades del régimen venezolano, así lo detalló el relato de líder estudiantil opositor Pablo Parada, cuando fue arrestado en 2020.
“Cuando a mí me capturaron, duré guindado por horas de las muñecas y unas esposas a un tubo alto donde solamente la punta de mis pies tocaba el suelo. Recibí corriente en los testículos, parte de las uñas de mis pies fueron arrancadas. Me guindaron de los pies y me metían la cabeza dentro de un tanque. Me acostaban en una camilla y me ponían un trapo y me echaban agua. Y bueno, pare de contar tantas cosas que no son muy gratas de recordar en estos momentos”, manifestó a Caracol.
Las relaciones del ELN y Venezuela
De la estrecha alianza entre la contrainteligencia militar venezolana y el ELN sigue activa de acuerdos con documentos dirigidos al almirante Graig Faller, exjefe del Comando Sur de Estados Unidos.
“Se logró determinar que un oficial de grado capitán de la DGCIM, conocido como ‘Ezequiel’, es el encargado de realizar los requerimientos de inteligencia a los integrantes de las estructuras delictivas antes mencionadas para que realicen vigilancia, seguimiento e intimidación a opositores políticos venezolanos radicados en Colombia”, indica el reporte obtenido por el medio.
Asimismo, un reporte de la Agencia Federal de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) indica que “una organización criminal extranjera en territorio colombiano que podría estar adelantando actividades relacionadas con el tráfico de drogas y recolectando información relevante de entidades del gobierno y bases de datos de las fuerzas militares, lo que supone un riesgo para la seguridad nacional”.
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