Los tachirenses suelen representar a las figuras que más popularidad tuvieron a lo largo del año, que van desde dibujos animados hasta actores políticos de Venezuela y el mundo para proceder a quemarlos a la media noche, cuando culmina el año y se recibe al otro.

El pasado martes, el grupo de vecinos del sector Pirineos, en San Cristóbal sacó el año viejo de este 2022, el cual resultó ser el Superbigote, en representación al juguete del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que fue entregado esta Navidad a los niños de los sectores populares del país, y que ha generado gran crítica entre los venezolanos. 

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Además del Superbigote, el gobierno también entregó como juguete a SuperCilita.   
“Como todos los años, para nosotros es tradición hacer el año viejo, hacemos personajes que estén a la altura. Nos inspiramos en Superbigotes porque es el personaje que está de moda, como uno de los juguetes que ha estado regalando el gobierno nacional”, expresó Jean Carlos Quijano Medina, uno de los creadores del monigote que tienen preparado para el 31 de diciembre. 

Jean Carlos, junto a otros dos vecinos, son la tercera generación de la familia que elaboran el año viejo, a fin de que sus hijos mantengan esta cultura, pues para la hechura se llevan una planificación de seis meses.

Dicson Padrón, habitante del sector I de Pirineos, en la capital tachirense, expresó que “el año viejo lleva un testamento, aunque esta vez decidieron no incluir este detalle, pero los niños son los que más disfrutan con esta tradición”. 
Los vecinos trataron de buscar los colores más parecidos al juguete original, motivo por el cual ya han conmocionado en las redes sociales, puesto que los tachirenses siempre están pendientes de los mejores muñecos de fin de año.

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Walter Vivas, habitante de la comunidad Guzmán Blanco, en San Cristóbal, es otro artesano que lleva muchos años presentando el año viejo de gran tamaño para el disfrute de los sancristobalenses.

En esta oportunidad lleva más de un mes dedicándose a la construcción de Arlo, el Gran Dinosaurio, muñeco que tendrá siete metros de altura y cuatro metros de ancho, y está siendo elaborado con cartón, papel periódico, goma y pinturas.

Vivas resaltó que se ha vuelto costoso elaborar el año viejos, pero en la comunidad mantienen la tradición porque los niños del barrio se llenan de felicidad cada vez que está terminado y es exhibido en la calle. 

En La Grita, los habitantes representaron una de las grandes estafas que sufrieron con el juego piramidal Harrods, al hacer un muñeco con el nombre de esta plataforma virtual con la que la población perdió miles de dólares. Mientras que en el Colón, municipio Ayacucho, el joven Josué Mondelo Zambrano creó a Gru, el personaje de la película Minions. 

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Hay que señalar que el éxodo de muchas personas que optaron por irse de Venezuela a raiz de la crisis económica y social, ha afectado esta tradición que en diversos sectores del Táchira prácticamente ha desaparecido.

Esta actividad popular de la temporada de fin de año suele observarse con mayor regularidad en los estados andinos de Venezuela, donde se ha conservado.

Aparte de representar personajes o situaciones que por diferente motivo quieren olvidar, les colgaban el testamento de Judas.

Anggy Polanco / Corresponsalía La Opinión

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