A aquel hombre que los vecinos de la torre 2 de Altos de Betania encontraron sin vida, envuelto en una sábana, sí le habían disparado. Las autoridades encontraron la herida que lo comprobaba: un agujero en la parte trasera de la cabeza.

La sangre que había teñido el pavimento de la entrada de aquella urbanización del norte de Bucaramanga provenía de su oído. Investigadores de la Sijin buscaron algún documento para corroborar su identidad; sin embargo, aquel hombre, entre 40 y 50 años, solo llevaba sus prendas de vestir.

Las autoridades sabían que en ese sitio no había ocurrido el crimen, por lo que el testimonio de los vecinos fue la pieza clave para las primeras hipótesis de este suceso.

Y es que, sobre la 1:45 de la tarde de este viernes 25 de abril, residentes del sector escucharon un disparo que provenía, específicamente, del apartamento 402 de la misma torre en la que abandonaron el cuerpo sin vida.

Tal parece que las personas que estaban dentro del apartamento envolvieron en sábanas al hoy fallecido y lo dejaron, a merced de los curiosos.

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De hecho, en cámaras de seguridad quedó registrado el momento en que un taxi se retira del lugar una hora después, a las 2:45 p.m. Se presume que tal vez de esta manera huyó la persona que le disparó a aquel hombre.

Las autoridades han considerado que lo ocurrido dentro de aquel apartamento se trató de un homicidio culposo. Es decir, al parecer, un sujeto manipuló erróneamente un arma y le disparó accidentalmente a la víctima.

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