Un olor nauseabundo que salía de un extremo de la zona boscosa en el Anillo Vial Occidental, a pocos metros del conjunto residencial Los Arrayanes, en la vereda San Isidro de San Cayetano, permitió descubrir el cadáver de un hombre.
Cuando los uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta fueron alertados del hecho, de inmediato arribaron al lugar y se percataron de que el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición, por lo que les pidieron a los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) que se encargaran de la inspección técnica y el levantamiento.
El procedimiento se extendió durante más de una hora, en el que los investigadores judiciales analizaron el lugar en busca de alguna pista para esclarecer el hecho.
Sin embargo, el cadáver estaba dentro de un costal, entre los matorrales. Cuando los encargados del levantamiento lo abrieron, vieron que la víctima vestía una camisa azul y una pantaloneta roja y estaba descalza.
Según se conoció, por la descomposición del cadáver, se presume que este hombre murió hace más de una semana.
“Todo indica que arrojaron el costal desde la carretera hacia los matorrales”, dijo una fuente judicial en la escena del hecho.
Poco a poco, los curiosos llegaron a la escena del hecho que fue acordonada por la Policía para tratar de reconocer a la víctima, sin embargo, el cuerpo no tenía una característica visible ni documentos para ser identificado.
Extraoficialmente se conoció que la víctima tenía descompuesta la cabeza y tenía las manos pegadas al pecho y sus rodillas estaban dobladas, “tenía una posición fetal”, indicó un perito forense.
Por ahora, las autoridades avanzan en las pesquisas para esclarecer si el cadáver, que hallaron la mañana de ayer, sería el de alguna persona reportada como desaparecida en los alrededores.
El cadáver fue trasladado por miembros de la Brinho al Instituto de Medicina Legal, para que se adelanten los procedimientos correspondientes para identificarlo.
Violencia y robos
El Anillo Vial Occidental continúa siendo un escenario apetecido por los delincuentes que a diario cometen atracos y hechos violentos, que generan temor entre los habitantes y transeúntes de este sector.
En inmediaciones del lugar donde fue encontrado el cadáver, constantemente ocurren robos protagonizados por un grupo de hombres armados, que imponen su ley sin que las autoridades puedan seguirle el rastro.
Recientemente, la comunidad de este sector y de la entrada al corregimiento Carmen de Tonchalá, denunció una modalidad de robo que usan los asaltantes, que consiste en golpear los vehículos con piedras para que los conductores detengan la marcha y así aprovechan para robarles las pertenencias.
Asimismo, un vigilante fue asesinado también en este corredor vial, en medio de un atraco en una estación de servicio.
Por ahora, los vecinos de este lugar les pidieron a las autoridades que se refuercen los controles para que los delincuentes no sigan apoderándose del lugar.