El reconocido doctor Jaime Ordóñez, médico epidemiólogo, señaló que retirar el uso del tapabocas en espacios abiertos es una medida inviable, entre otras razones, por la incorrecta manipulación de los mismos cuando las personas transitan de un espacio cerrado a un espacio abierto.
Durante la pandemia los especialistas han reiterado que los tapabocas se deben tomar de las tiras y no debe manipularse de la tela (el cuerpo), porque ya no serían útiles. Pero la nueva medida incentivaría a que las personas constantemente guarden y vuelvan a sacar el tapabocas afectando su efectividad.
“Retirar el uso del tapabocas en espacios abiertos tendrá el mismo resultado que retirar el uso del tapabocas en cualquier espacio”, afirmó el doctor Jaime Ordóñez.
El especialista también cuestionó el valor de referencia del 70 % que tomó el Gobierno Nacional para permitir la flexibilización de la medida. Recordó que el primer estudio que se hizo sobre la variante original se concluyó que la inmunidad de rebaño se alcanzaba con el 70 % de la población vacunada y en ese estudio quedó desvirtuado hacia finales del 2020, dijo.
“Así que decidir quitar el tapabocas por un valor establecido de forma arbitraria, sólo generará resultados arbitrarios, más aún, cuando más del 80% de la población no tiene acceso a una prueba COVID-19 y se estima que el subregistro de casos nuevos de la semana pasada fue superior al 85 %”, sostuvo.
También dijo que el fin del uso del tapabocas es “una medida populista, entendiendo el populismo como el arte de decir lo que la gente quiere oír, y más aún en época de campaña electoral. Eso ralentizará la velocidad de disminución de transmisión de la enfermedad y por tanto de las muertes”, señaló.
En cuanto a la vacunación contra el Covid-19 recomendó comenzar a revisar el tema de si fuera necesaria una cuarta dosis para los mayores de 65 años (sólo para ellos, no para la población general, al menos no en este momento de la pandemia), pues si es así, es posible que en las próximas semanas ya comience a haber adultos mayores que necesiten de esta cuarta dosis.
“No podemos esperar que comience a aumentar la tasa de mortalidad en adultos mayores que ya tenían dosis de refuerzo para tomar esa decisión, por esa razón, debe revisarse detenidamente la literatura científica para poder tomar una decisión bien informada sobre esta estrategia”, dijo Ordóñez.
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