Así mismo, una cama bien cómoda como garantía de descanso, evitando que esta sea un
sitio para el trabajo. La cama debe estar en una habitación ventilada, propiciando por las
noches que la temperatura sea agradable, evitando los ruidos y luces innecesarias.
Los ejercicios son recomendables de manera regular, procurando que no sean justo antes de
acostarse. Entrenar antes de acostarse puede hacer que se duerma peor debido a la
sobreestimulación. Hacer deporte por las mañanas o entrenar a lo largo del día puede
mejorar tanto la calidad como la duración del sueño.
Entérese:¿Por qué pensar tan “duro” agota a las personas?
Las recomendaciones también pasan por la alimentación, siendo aconsejable cenar una hora
y media antes de meterse en la cama y evitar una cena copiosa. Evitar consumir grandes
cantidades de alcohol cuatro horas antes de acostarse y apartar unas seis horas antes de
dormir bebidas excitantes como el café, el té, la cola o el chocolate.
Se hace necesario entonces, no “dormirse en los laureles” y asegurarse siempre un buen
descanso, “caer en los brazos de Morfeo” y “dormir como un lirón” a “pierna suelta”, para
disfrutar de un sueño reparador.
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