El conflicto armado en Colombia es un flagelo que ha alejado a cientos de familias de sus territorios. Según el informe global de desplazamientos y el Registro Único de Víctimas en Colombia 8.219.403 personas han sido víctimas de desplazamiento forzado por eventos ocurridos desde 1985 hasta el 31 de diciembre de 2021.
Con la intención de regresarles a las víctimas las tierras que abandonaron, agobiados por el sufrimiento, el dolor y las amenazas, se impulsó la creación de la Unidad de Restitución de Tierras, entidad que funciona desde el 2012.
Esta unidad está orientada bajo la Ley 1448 (la cual dicta medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno) y busca mediante un proceso administrativo y jurídico regresar las tierras a las víctimas de la violencia armada a lo largo y ancho del país.
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Norte de Santander al ser un departamento históricamente golpeado por la violencia, cuenta con 5.424 solicitudes de restitución de tierras, las cuales la Unidad ha ayudado a recuperar alrededor 5.000 hectáreas hasta el momento.
Para reafirmar el apoyo al departamento nortesantandereano, la semana pasada, hizo presencia el actual director nacional de la Unidad de Restitución de Tierras, Giovani Yule Zape, quien visitó el municipio de El Zulia para hacer la entrega simbólica de tierras y garantizar el apoyo en los proyectos productivos de cinco familias afectadas por el conflicto. La Opinión habló con él.
¿A qué se debe su visita a Norte de Santander?
Estamos para conversar con niños, jóvenes y mayores que han sido golpeados a causa del conflicto y la guerra en esta región siendo despojados de sus predios territorios y fincas y que en un proceso que han interpuesto ante la Unidad de Restitución de Tierras y mediante sentencias, que han emitido los jueces y los magistrados, les han devuelto las tierras que en el pasado les arrebataron.
Además, ellos han sido beneficiados con proyectos productivos para volver a emprender sus proyectos de vida. Hoy podemos ver como a partir de la siembra cuentan con su seguridad alimentaria, también tienen productos para la transformación y la venta al resto de la sociedad e incluso para exportar.
¿Cuál es el compromiso de la Unidad de Restitución de Tierras?
Estamos trabajando para cumplir con esta misión tan importante para cambiar la vida de estas familias. Estamos haciendo un análisis para replantear los procesos, procedimientos y actos administrativos, para que la restitución sea más rápida y fluida. Debemos avanzar sobre la posibilidad de que el Estado y el Gobierno cumplan con su deber, reparar a las víctimas y que retomen el camino de sus proyectos de vida y regresen a sus territorios.
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¿Tiene conocimiento de la problemática de orden público en el Catatumbo?
Por supuesto, yo vengo de un territorio indígena, precisamente del pueblo nasa, el resguardo de Huellas Caloto, norte del Cauca, donde hemos sido conocidos en los medios nacionales e internacionales por la violencia que nos ha golpeado. Aunque no conozco a profundidad este territorio, si conozco de la violencia, el dolor y las lágrimas que nos han dejado los hechos violentos en el país.
Queremos enviar un mensaje a todos los grupos armados al margen de la ley para que se comprometan y retomen el camino de la paz, que sea la palabra, la sabiduría y el conocimiento lo que nos permita a nosotros arreglar nuestras diferencias y hacer grandes consensos territoriales.
¿Cómo afecta a la Unidad, el conflicto actual en algunos territorios?
Tenemos una figura que se llama microfocalización, nosotros solo podemos visitar los territorios si la fuerza pública nos autoriza. Tenemos un informe de casi diecisiete mil procesos que están congelados por el conflicto armado a nivel nacional.
Estamos conversando con el ministro de Defensa para utilizar otros procedimientos como la coordinación con movimientos sociales, como el campesino, afro, e indígena para que la misma población se apropie de reclamar este derecho de restitución, pero también de garantizarnos la llegada segura a las regiones.
¿Hay diferencia en el trabajo de restitución de tierras en Norte de Santander y el resto del país?
Hay regiones por la situación del conflicto y la violencia que son parecidos. En Norte de Santander han estado presentes las guerrillas y los paramilitares, esto ha hecho que por supuesto haya un gran desplazamiento de la población civil y también un despojo territorial.
Acordémonos que aquí el despojo ha sido histórico, aquí el pulso del poder ha sido en torno al territorio, quien controla las regiones y los espacios territoriales tienen el poder en la guerra.
¿Cómo aligerar el proceso judicial para que más personas obtengan sus tierras más rápido?
En estos momentos tenemos alrededor de seis millones de hectáreas que están en procesos judiciales. Allí hay un nudo que no permite el derecho a la restitución, también hay problemas de acumulación de procesos. Los jueces y los magistrados tienen problemas operativos y de personal.
Con el apoyo del presidente Gustavo Petro esperamos aumentar los juzgados de restitución de tierras para destrabar la situación de la rama judicial y que las victimas accedan más rápido a sus tierras.
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¿Qué decirles a las personas que no conocen la Unidad de Restitución de Tierras?
Quiero decirles que esta solicitud no tiene ningún costo, que por favor no vayan a pagar que simplemente tienen que llegar a nuestras oficinas, que son dieciséis a nivel nacional y que allí les ayudaremos con todos los trámites que correspondan.
Es un deber del Gobierno y Estado hacer que sus fincas, sus predios y su tierra puedan ser regresados, restituidos para de esa manera poder transitar a una nueva vida social, cultural, espiritual y política de las víctimas que han sido despojadas de sus territorios.
¿Para usted que significa la paz, el perdón y la reconciliación en nuestro país?
La paz es el estado del equilibrio y la armonía de una sociedad y comunidad, para llegar a ese estado de equilibrio y armonía nos corresponde a nosotros en primer lugar reparar, que es sanar las heridas que ha causado la guerra.
Lo segundo es reconciliarnos, dar el perdón a quien lo necesita y pedir disculpas de corazón a quienes les hemos hecho daño.
Lo tercero es que todos tengamos la voluntad política para decirle a los colombianos que podemos transitar hacia el proyecto de la vida en todos los territorios.
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