El Instituto Nacional de Salud aclaró ayer que no hay un incremento inesperado en virus respiratorios en el país y confirmó que la nueva variante de COVID, JN.1, ya circula en Colombia, pero por ahora no se observa mayor severidad, hospitalizaciones o muerte de personas.

Según el Instituto se trata del último pico del 2023 y comienzos de 2024 por lo que se observa un incremento estimado de las infecciones respiratorias agudas que en su mayor causa procede de los fenómenos climáticos y un aumento en la interacción social durante las fiestas de Navidad y fin de año, sin el uso de tapabocas. Todo ello sumado a la afluencia de viajeros procedentes de Europa y Estados Unidos, lo que aumentó en diciembre y lo que va de enero.

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“En comparación de las cifras del 5 de noviembre al 2 de diciembre, cuando se registraron 1.066 casos de COVID, para una incidencia del 2,36 por cada 100 mil habitantes, se ha evidenciado un incremento en el número de casos del 3 de diciembre al 30 de diciembre, con 1.647 casos notificados y una incidencia del 3,64% por cada 100 mil habitantes”, señaló el INS.

Este incremento, sin embargo, es un crecimiento estimado o esperado para esta época, puesto que el país presenta contagios por otros virus respiratorios estacionales como son el virus sincitial respiratorio, enterovirus, rinovirus, adenovirus e influenza.

Esta última variante identificada, JN.1, es declarada de interés por la Organización Mundial de la Salud, OMS, dado que es la variante dominante en Estados Unidos y responsable del pico de contagios que se presenta en el hemisferio norte, como en Europa, en la época invernal. Es de recordar que las variantes de Omicron –señala- son muy infectantes, pero con baja capacidad de producir enfermedad, hospitalización y muerte.

Giovanny Rubiano García, director general del INS, explicó que aún con la circulación de estas variantes en Colombia, incluida la nueva JN.1 no se observa mayor severidad de la enfermedad, ni hospitalización o muertes. Las medidas preventivas, que ya conocemos, se mantienen (...)”, dijo.

En la frontera

El médico David Fajardo, profesional de la salud en la capital nortesantandereana, coincidió con el repunte de infecciones respiratorias para esta temporada del año, que van desde gripas hasta neumonía, siendo afectados principalmente los niños por la primera y los adultos por COVID.    

Al respecto, recomendó continuar con los completos esquemas de vacunación que hasta el momento han demostrado ser eficaces a las mismas variantes. Además -agregó- reduce los síntomas y hace más rápida la recuperación.

“Las variantes siempre van a existir como mecanismo para ellas sobrevivir  incluso a medicamentos como las vacunas. Por ello es tan importante en filas y reuniones usar tapabocas y reforzar las vacunas para aquellos que no la tengan. La población en general debe tener, al menos, la segunda dosis”, señaló a una cadena radial.

En Táchira, una situación similar

Tras un recorrido por el Hospital Central de San Cristóbal, en el estado Táchira, el más importante del occidente de Venezuela, se detectó una situación similar donde se observó al personal sanitario volver a utilizar la mascarilla de manera voluntaria, ante la presencia de virosis gripales, y como parte de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud.

Incluso, en algunas calles de la ciudad y en los alrededores del primer centro asistencial del Táchira se observaron a los ciudadanos portando el cubrebocas como una medida de prevención, puesto que notan la presencia de infecciones gripales entre vecinos o conocidos.

El médico internistas y neumonólogo Carlos Cárdenas, consultado por La Opinión, expuso que se han visto casos de COVID 19, con diagnósticos muy leves que solo ameritan trato ambulatorio. Sin embargo, recordó que se presenta en el mundo la variante Pirola y la JN.1.

Recordó que transcurrida la pandemia, la COVID-19 pasó a ser una enfermedad endémica, lo que significa que va a vivir constantemente entre nosotros. No obstante, en zonas frías del planeta se están presentando casos de estas variantes, las cuales, por las bajas temperaturas pudieran convertirse en neumonías.

Destacó que la OMS sigue recomendado aislarse en caso de presentar los síntomas, por un tiempo aproximado de 5 a 7 días, lo mejor es que la gente tome prevención y no vaya a trabajar si presenta cuadros gripales.

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Los síntomas son los normales de una gripe, fiebre, dolor muscular, malestar general, dolor en garganta, tos, secreción cuando tose, pero en muy pequeños casos tienden a complicarse, refirió el galeno.

Dejó claro que en esta ocasión no es necesario que la población se alarme como en la primera vez de la pandemia, porque la mayoría de las personas ya se vacunaron o sufrieron la enfermedad.

Recomendó a los ciudadanos que residen en esta frontera que si acuden a sitios confinados utilicen el tapabocas y si van a sitios concurridos, mantener la distancia, medidas normales que incluso quedaron internalizadas entre la población.

La vacunación

En Táchira se desconoce cómo avanzan los planes de vacunación contra la COVID-19.

En Venezuela tampoco se tiene información acerca de cuáles variantes circulan en el país, toda vez que el ente encargando de emitir dicha información es el Instituto Nacional de Higiene.

En cuanto a la posibilidad de que vuelvan a cerrar aeropuerto y exista la restricción de movilidad en el estado, el galeno consideró que “estamos muy lejos de eso, porque la mayoría de la gente tiene vacunación, aunque son para otras cepas, pero que ayudan a minimizar las cepas presentes en la actualidad”.

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Tachirenses que mantienen el uso del tapabocas expresaron que prefieren mantener  las medidas de manera constante sobre todo cuando acuden a hospitales.  “Tengo mucha gripe y por eso lo estoy usando, creo que es consciencia de cada quien, si alguien tiene gripe debe usarlo, no esperar a contaminar a las demás personas. Vi que en otros países están llamando a usarlo y he coincido con varias personas que tienen síntomas”, expresó María Ortiz, residente de San Cristóbal.

Los síntomas de JN.1

La variable JN.1, que ha llamado la atención del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. se ha duplicado y los rastreadores afirman que en unas pocas semanas podría convertirse en la principal variante de la COVID a lo largo del mundo, ya es la cepa dominante en Estados Unidos y tiene fuerte presencia en países como Dinamarca, Bélgica, Francia o México.

Esta provoca los síntomas que ya conocemos, como:

Congestión nasal

Tos

Fiebre

Molestias en la garganta

Dolor de cabeza

Fatiga

Dolores musculares

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