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Gramalote resurge en medio de recuerdos y nostalgias
Se acercaba la Navidad de 2010, cuando una falla geológica destruyó el pueblo.
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Andrés Julián González
Andrés Julián González Pardo
Sábado, 12 de Diciembre de 2020

Pensar en el antes y después de Gramalote, luego de diez años desde su destrucción, no deja de generar una seguidilla de imágenes, recuerdos y nostalgias. Hoy por hoy, sus habitantes mantienen una luz de esperanza y superación.

El orgullo sobresale. La mirada sonriente y satisfactoria de los gramaloteros que caminan sobre el renaciente municipio, disfrutando de un clima acogedor y de la calidad humana que atrae cada historia de este pueblo, complementan un amañador ambiente.

Una década de la tragedia y resurgir de Gramalote Cuando Carlos Zapata, fundador de la tienda La Morrocota, con 39 años de historia en este municipio, se refiere a su querido Gramalote, refleja amor, esperanza y positivismo. Lleva un claro mensaje de fervor por su tierra.

“A los nortesantandereanos les digo que miren cómo nos hemos superado (gramaloteros) y de cómo el Gobierno nacional ha estado pendiente de sacar adelante a este municipio que es una bendición de Dios”, dijo el comerciante.

Zapata contempla cada rincón del nuevo Gramalote, sin dejar a un lado las historias entre sus vecinos y amigos.

Aunque no logra olvidar los tristes y amargos momentos que vivieron desde el 17 de diciembre de 2010, cuando una falla geológica destruyó el municipio, ahora se levanta muy temprano para atender a su buena clientela, con la que poco a poco volvió a emprender su negocio, en otro terreno, pero con el mismo nombre del Gramalote de sus entrañas.

“Yo esa vez perdí al menos 700 millones de pesos entre mercancía y todo lo que tenía”, recordó Zapata.

Sin embargo, para él, poder regresar a su tierra ha sido una de las mayores alegrías que ha tenido en estos últimos diez años.

El conversar y disfrutar de una nueva vida, al lado de su familia y vecinos son los motivos que día a día, hacen que se alimente la ilusión de no desfallecer y de tener siempre presente que con la unión de esfuerzos se puede continuar a pesar de haberlo perdido todo en un “abrir y cerrar de ojos”.

Gramalote se ha caracterizado por ser un municipio fervoroso, con costumbres y fe católica, por lo que aún se mantienen vivos sus Santos entre los habitantes del pueblo.

Las viviendas faltantes de Gramalote se entregarán en 2021

La construcción de la iglesia es tal vez, una de las obras más esperadas por los pobladores, pues aún sigue siendo la insignia de su historia, que a pesar de la tragedia natural que destruyó al antiguo casco urbano, en 2010, todavía queda en pie parte de la estructura de la iglesia San Rafael.

Los cánticos y las actividades religiosas que acompañan la época decembrina son esperados por estos días a pesar de que la pandemia ha obstaculizado la organización histórica de estos momentos.

La activación 

Al menos 300 ideas de negocios y emprendimientos fueron presentadas para la proyección de la reactivación económica del municipio, con 5.000 millones de pesos que tiene un programa del Fondo Adaptación, disponibles para este avance.

Los gramaloteros le apuestan a reactivar su economía, contemplando la atención turística que cada fin de semana se mantiene e ilusiona con generar más recursos. Una cascada de arcoiris, un tobogán natural, el santuario de la Virgen de Chiquinquirá, ubicado a un kilómetro del casco urbano, son algunos atractivos.

Cristofer Vargas, alcalde de Gramalote, está convencido que este municipio se perfila como un modelo para el país. La estructura moderna y sofisticada de la reconstrucción hace que, en unión con el agradable clima, convierta cada visita a esta población en una experiencia acogedora.

Obras en Gramalote tienen un avance del 95% El mandatario aseguró que se están adelantando las construcciones de la Casa de la Cultura, del Adulto Mayor, el coliseo municipal y la Casa Campesina, con un presupuesto de $20.000 millones.

Asimismo, las obras del hospital avanzan de manera gratificante, con una proyección de ser un buen centro de salud al servicio de las poblaciones aledañas.

Vargas aseguró que, al menos el 70 por ciento de los gramaloteros que padecieron la destrucción del antiguo casco urbano retornaron a vivir en este nuevo lugar.

“Esto era uno de los desafíos más grandes, para no perder la identidad y el arraigo. Acá vivimos con los mismos vecinos del antiguo pueblo, tenemos las mismas costumbres”, dijo el alcalde.

‘De acá no nos vamos’

Contrario a lo que se vive en el nuevo Gramalote, al menos 18 familias, conformadas por alrededor de 200 personas, se resisten a abandonar las pocas calles y casas que no alcanzó a destruir la tragedia en 2010.

La parte alta del antiguo pueblo aún se conserva intacta.

Luz Stella Sánchez todavía mantiene puestas sus botas. Asegura que no abandonará la tierra que la vio nacer, porque allí se mantiene a salvo. Mientras valora y resalta la comodidad de su casa, al compararla con las de sus paisanos que viven en el nuevo Gramalote, atiende a uno de sus vecinos, que llegó a comprarle un pedazo de pollo.

“Yo no me voy de acá, porque nosotros nos seguimos ayudando. Yo les vendo en la tienda lo que las personas que trabajan en la zona rural necesitan y ellos me traen las cosas del campo”, recordó la mujer.

Para ella, luego de estos diez años, está convencida que se debe seguir luchando a diario para conseguir el sustento.

El rugir de la tierra lo dejó de sentir a las pocas semanas después de la tragedia. Por eso, se acostumbró a vivir entre las ruinas y la zona boscosa en la que quedó su pueblo natal.

La historia de Orlando Monsalve, de 71 años, es un poco más abrumadora. No desperdicia la oportunidad para dejar entrever la preocupante situación que atraviesa actualmente.

“Desde 2019 y todo lo corrido de este año no me han dado el subsidio de arriendo ni de alimentación con los que se comprometió el Gobierno con  las personas que aún no recibimos la casa”, dijo.

Monsalve, quien aún paga arriendo y vive del rebusque, le pidió al Gobierno que se cumplan los compromisos y que se termine la reconstrucción pronto.

Visita reciente

Días atrás, Diego Molano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, el gerente del Fondo Adaptación,   Édgar Ortiz Pabón, en compañía del gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano Guerrero, visitaron el nuevo Gramalote.

Los representantes del Gobierno resaltaron que la reconstrucción está en un 98 por ciento y esperan que se culminen las obras de los equipamientos.

Esperan las 128 viviendas

El contrato para la construcción total de las viviendas del nuevo Gramalote, en manos de la Unión Temporal Nuevo Gramalote, se terminó en octubre, sin que se hubiera cumplido con la entrega de 128 viviendas restantes.

Así lo reveló Édgar Ortiz, gerente del Fondo de Adaptación, aclarando que la entidad a su cargo ha obrado juiciosamente y que abrió todas las opciones en estos dos últimos años para llevar a buen término el contrato.

Agregó que iniciarían acciones de carácter administrativo y judicial en contra del contratista, en donde esperan que se presenten alternativas concretas, que garanticen la entrega de las viviendas a los beneficiarios de manera responsable.

Sin embargo, en la reciente visita al casco urbano de Gramalote, el funcionario dijo que este inconveniente se está solucionando jurídicamente para solventar la necesidad de los habitantes de este municipio.

Cabe recordar que, actualmente hay 880 casas construidas.

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