De todos los retos que le tocó enfrentar en el presente año al gobernador Silvano Serrano, el de garantizar la vida y la salud, por aquello de la pandemia del coronavirus, representó el más duro escollo en su segundo año de gobierno.
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Para ello, el mandatario regional mencionó que primero se tuvo que disponer de la infraestructura hospitalaria y el talento humano, hecho que se dio durante el primer año de la pandemia, y en el segundo año que está por terminar, se consolidó con el más estructurado plan de vacunación para garantizar a los nortesantandereanos la atención. “Esto, más que ninguna otra cosa, significó para la administración que dirijo, el compromiso más grande”, dijo el gobernador.
El solo hecho de pasar de 134 unidades UCI, a tener hoy 456, es una muestra del trabajo responsable que hicimos para garantizar la protección de la salud a los ciudadanos, dijo Serrano durante la presentación anoche de su informe de gestión correspondiente al año 2021.
En su exposición de los resultados obtenidos en desarrollo de su gestión, el mandatario mencionó avances considerables en los planos del desarrollo económico y productividad, desarrollo económico, desarrollo territorial y medio ambiente, vías para el desarrollo y la productividad, desarrollo social y la seguridad y convivencia ciudadana.
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Destacó el avance del programa de gas domiciliario en 14 municipios del departamento para más de 50 mil beneficiarios.
En materia de infraestructura, Serrano puso de relieve el despegue de obras en tres ejes viales, uno de ellos el de la transversal del Catatumbo (vía Astilleros - Tibú), que es el sueño en la búsqueda de la redención, no solo de Tibú y El Zulia, sino del Catatumbo en toda su expresión, dijo el mandatario.
Añadió que logrando la pavimentación de esta vía se estarán minimizando los factores de conflicto social en esta extensa región.
El otro eje vial tiene que ver con la carretera Cornejo-Puente Gómez-Santiago - Salazar-Arboledas, que mejorará la conectividad con los pueblos de occidente; y un tercer eje vial que va desde Chinácota-Alto Mejué-Toledo. Estas obras corresponden a tres contratos que ya están en ejecución y cuya inversión supera los 320.000 millones de pesos.
En otro plano de la gestión, Serrano destacó las inversiones puestas en marcha en las construcciones de los hospitales de Chinácota, Arboledas, Toledo, Sardinata-Tibú y El Zulia, con inversiones globales cercanas a los 40.000 millones de pesos.
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Dentro de ese orden, el mandatario regional puso de relieve el hecho de que se haya podido superar el pago de la deuda de unos 70.000 millones de pesos que se tenía con los hospitales del departamento por concepto de la atención a lo población migrante.
De esta cuantía solo al hospital Universitario Erasmo Meoz le correspondió una cifra que supera los 56.000 millones de pesos.
En el tema de seguridad Ciudadana, en el año que termina se logró cristalizar la construcción del distrito de Policía de Ocaña, con una inversión cercana a los 30.000 millones de pesos, y de la estación de Policía de La Parada, en Villa del Rosario, por una inversión que sobrepasa los 25.000 millones de pesos.
El Gobernador de Norte de Santander también hizo mención al tema del Programa de Alimentación Escolar, que para el año entrante está asegurado despegar el mismo día que se inician las clases para más de 115.000 escolares.
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Este año fue muy retador y ha requerido de un trabajo conjunto con todos los sectores de Norte de Santander. “Este es un territorio que vive en constante crisis y hemos tenido que afrontar no solo todo el tema de violencia e inseguridad, sino el de la salud por la pandemia”, dijo Serrano.
Pero adicional a esto, el departamento debió afrontar, como también ocurrió en todo el país, el estallido social que demandó una atención especial que, en el caso de Norte de Santander, se pudo superar con la puesta en marcha de una estrategia de diálogo social.
Los retos que se vienen para el próximo año son vitales para repuntar la economía y el desarrollo del departamento, auguró el gobernante seccional.
Dijo que hay grandes cosas que están pendientes, pero aún quedan dos años por delante para poder sacar proyectos y programas que no se pudieron cristalizar por la pandemia.
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Del Sistema General de Regalía, junto al tema del crédito se podrán hacer el próximo año unas inversiones por el orden de los 400.000 millones de pesos en obras de infraestructura, en materia vial, megacolegios, infraestructura hospitalaria, la competitividad y lo que será la renovación de la zona franca de Cúcuta.
Recordó que lo logrado este año junto al Gobierno Nacional está a la vista: enumeró el acueducto metropolitano Francisco de Paula Santander, los sistemas de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales, más de 200.000 millones en el solo corredor vial Astilleros-Tibú, “y nos acaban de asignar más de 1.000 millones de pesos para vías secundarias”.
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