Pasar la página de la violencia y el olvido histórico en que se ha mantenido la región del Catatumbo es el objetivo central del Plan de Paz Total del Catatumbo, conformado por ocho líneas de acción, y presentado esta semana al Gobierno Nacional por el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar Laguado.
Salud digna para la gente
El Plan de Paz Total del Catatumbo presentado al Gobierno Nacional por el gobernador William Villamizar le apuesta a la recuperación de las Instituciones Públicas de Salud de la región del Catatumbo.
En este sentido, se requiere una inversión de 85.000 millones de pesos para abarcar las 23 IPS públicas de la región, contribuyendo así a la ampliación y mejoramiento de los servicios para toda la población de Tibú, El Tarra, Convención, Teorama, Hacarí, San Calixto, Sardinata, El Carmen y Ábrego, incluido también Ocaña.
“Llevar a cabo esta inversión contribuirá a una mejora en el servicio de salud para los más de 185.000 habitantes de la región del Catatumbo, incluso más, si sumamos a los usuarios de los municipios de la provincia de Ocaña, con los cuales se llegaría a los 361.000 habitantes”, dijo el mandatario departamental.
• Para los 3 Hospitales se estima una inversión de $45.000 millones, los cuales abarcarían el mejoramiento de los servicios de consulta externa médica y odontológica, atención de urgencias y hospitalización para patologías de baja complejidad y atención al medio ambiente.
• Para los 10 Centros de Salud/IPS se prevé una inversión de $35.000 millones, que abarcarían la mejora de la atención de partos de bajo riesgo, consulta externa médica, odontológica y atención de urgencias.
• Los 10 puestos de salud recibirían una inversión de $5.000 millones para la ampliación y mejoramiento de servicios básicos prestados por equipos de salud conformados por médico, odontólogo, trabajadora social, auxiliar de enfermería, promotor de saneamiento y promotores de salud.
El acceso a la educación -dijo Villamizar, es el punto inicial para satisfacer las necesidades sociales en este ámbito, sin embargo, el acceso, para ser real y efectivo, debe estar permeado por un marco preventivo ante la violencia, el desarraigo y la ilegalidad, procurando instaurar en su reemplazo la cultura de paz, la gestión del conflicto, el sentido de pertenencia y la ética ciudadana.
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Sustitución de cultivos
En las áreas donde están sembradas unas 40.000 hectáreas de coca el Plan en su totalidad demanda una inversión de un billón de pesos.
Una de las apuestas es ayudar al campesino, principalmente donde hay cultivos ilícitos, con proyectos a corte y largo plazo con fertilizantes, abonos, maquinaria agrícola, asistencia técnica, entre otros. Son aspectos que unidos a cultivos de pancoger como maíz, fríjol, yuca, etc. y cría de gallinas, cerdos, peces y otras especies generan la oportunidad de seguridad alimentaria.
Lo fundamental -dijo el gobernador William Villamizares brindar la oportunidad de proyectos productivos de largo plazo como palma, caucho, cacao, café y ganadería entre otros, que propicien estabilidad alimentaria y desarrollo económico a las comunidades.
Para estos proyectos es importante el Fondo de Garantías con el Banco Agrario con apoyo de la Gobernación para facilitar créditos que impulsen esta acción. Se requieren créditos con un periodo de gracia de seis años, con tasas de interés preferencial asumidas por el Gobierno Nacional y la administración departamental.
Los procesos serán acompañados con agroindustria para construir y entregar a la comunidad plantas de procesamiento de cebolla, yuca, abonos, etcétera, que permitirá generar valor agregado y una mayor rentabilidad a las comunidades.
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Las vías para la paz
Para esta red vial, la más olvidada del departamento, está proyectado una inversión de 400.000 millones de pesos, que se invertirían en la recuperación de 500 de los 1.356,25 kilómetros de vías terciarias que en total hay en la región del Catatumbo.
El plan proyecta en esta primera fase la construcción de placa huellas distribuidas en los 8 municipios pertenecientes a Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Según los estudios y diagnósticos que se adelantaron se prevé que cueste $800 millones promedio cada kilómetro, interviniendo no sólo la superficie de rodamiento sino construyendo cunetas, alcantarillas, pequeñas obras de estabilización de taludes, entre otras, en donde se requiera para completar el valor estimado.
“Todo esto, con la finalidad de brindar mejor acceso a la movilidad vial en la región para una mejor conexión entre las zonas rurales y entre éstas con las cabeceras municipales, facilitando la comercialización de los productos agrícolas y la accesibilidad a los diferentes servicios de salud y educación entre otros.
$193.200 millones para educación
En la región del Catatumbo se prevé una inversión cercana a los $193.200 millones para el mejoramiento de las plantas físicas de las instituciones educativas, en una apuesta que también proyecta dotar, diseñar, mejorar y/o construir en las sedes escolares de los municipios de Tibú, El Tarra, Convención, Teorama, Hacarí, San Calixto, Sardinata y El Carmen.
El Plan que plantea el gobernador William Villamizar está diseñado para impactar los distintos tipos de instituciones educativas que prestan el servicio en el Catatumbo así:
• Sedes de gran escala: aulas de clase, aulas de bilingüismo, bibliotecas, salas multimedia, comedor-cocina, zonas administrativas, espacios recreativos, y conexión a internet, entre otros, con una inversión de $58.500 millones.
• De mediana escala: aulas de clase, zonas recreativas, pupitres, tableros, escritorios, entre otros, con una inversión de $48.000 millones.
• De pequeña escala: adecuaciones en fachadas, techos, pisos, conexiones eléctricas, baterías sanitarias, comedores escolares, entre otros, con una inversión de $19.000 millones.
• Y 677 escuelas rurales con material didáctico, baterías sanitarias, zonas recreativas, entre otros por un valor de $67.700 millones. Villamizar dijo que con esto, se espera brindar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la región ambientes de educación de calidad para su desarrollo óptimo e integral.
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$140.000 millones para deporte y recreación
En este campo de la recreación y el deporte la inversión que se plantea en el Plan supera la asignada en la última década para esta región. Se construirán cubiertas para canchas, parques y se ofrecerán eventos para el disfrute de los más de 185.000 catatumberos.
Está proyectada la instalación de 100 cubiertas que, teniendo en cuenta las dificultades de transporte y suministros en la zona, se calcula que costarían cerca de $700 millones en promedio para un total de $70.000 millones.
Igualmente se construirán y adecuarán parques y centros recreativos por un valor de $50.000 millones, y se dará apoyo a eventos deportivos, recreativos y culturales por un valor de $20.000 millones para un total en el sector de $140.000 millones.
“Para ser específicos debemos intervenir en centros poblados y veredas en las que su infraestructura presente un déficit de este tipo de espacios. Allí se debe ubicar una cubierta tipo coliseo, con una cancha multipropósito adecuada para futbol micro, básquet y voleibol; así mismo una gradería que permita albergar 70 personas y que al interior exista una batería de baños y una oficina comunal donde a su vez se depositen en seres para el uso de la comunidad. Además, se implantaría una zona de juegos infantiles y unos elementos biosaludables para el ejercicio adulto, precisó el gobernador William Villamizar”.
Protección del ambiente
A través de un Programa de Familias Guardabosques que use como estrategia para su financiamiento recursos de la Nación, el Departamento, organismos de orden no gubernamental y la participación de otros países, con la participación de familias enteras se podrán proteger 10.000 hectáreas de bosque nativo y lograr restaurar otras 3.000 hectáreas y así dar paso a la consecución de bonos de carbono que sean negociados y financiados en el mercado mundial.
Turismo armonizado con la vida
Al lograr que los 7 enfoques anteriores se articulen en el territorio, se impulsará el turismo incluyente y en armonía con la vida, construyendo justicia social y ambiental, posicionando al Catatumbo, como un destino de paz a nivel mundial.
Requerimos de una política sostenible y regenerativa a través del desarrollo económico local, la inclusión, la protección del patrimonio cultural y natural, y el desarrollo de infraestructura; ya que, si bien los escenarios naturales, la belleza paisajística y la diversidad cultural permiten el posicionamiento de los destinos, la desigualdad social general se convierte en una condición adversa para los territorios que acogen visitantes.
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