Norte de Santander aloja a bandas criminales, narcotraficantes, disidentes del Epl, estructuras del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y diferentes grupos ilegales que a diario se disputan a sangre y fuego el territorio para mantener su accionar a través de la venta de drogas.

La reciente guerra entre el Eln y Los Pelusos (disidencia del Epl), en la zona del Catatumbo, ha generado muertes, desplazamientos masivos y temor entre la población que queda atrapada en medio del fuego cruzado de estos grupos alzados en armas, que han dominado esta parte de la región desde hace años.

Sin embargo, desde febrero pasado, el Gobierno Nacional creó formalmente la campaña Esparta, en la que se unen los esfuerzos operacionales del Ejército, la Policía, la Fuerza Aérea y la Fiscalía, con el único fin de contrarrestar y golpear las acciones de los grupos ilegales que interrumpen la tranquilidad de los nortesantandereanos.

Con la presencia de las autoridades, unidas en un mismo fin, se impide que estas organizaciones expandan sus tentáculos, por los corredores viales de la región.

Los objetivos van desde los cabecillas hasta los colaboradores de estos grupos, como Los Rastrojos, Clan del Golfo, Eln y Pelusos.

Con la muerte de Luis Orlando Padierna, Inglaterra, segundo cabecilla del Clan del Golfo en el país, ocurrida en noviembre de 2017, en una operación de la Policía, el gobierno constató que en Norte de Santander había la necesidad de crear esta campaña, para seguirle el rastro a estas organizaciones.

La acción de las autoridades se desarrolló en una cabaña lujosa de Chinácota, donde el Clan del Golfo impuso a su antojo la cadena criminal que fortalece a este grupo ilegal.

Por esto, Esparta se creó como un modelo diferencial, basado en las operaciones Agamenón y Atena, originadas para combatir el crimen organizado en diferentes regiones del país.

Los organismos de inteligencia no cesan las investigaciones para identificar, judicializar y ubicar a los integrantes de estas organizaciones ilegales que basan sus finanzas en el narcotráfico, negociando el clorhidrato de cocaína en Estados Unidos y Europa.

Asimismo, Esparta ataca a los brazos armados de estos grupos ilegales, que imponen extorsiones a comerciantes y habitantes de la región para sostener sus acciones criminales.

El general Antonio María Beltrán, comandante de la Trigésima Brigada del Ejército, aseguró que la campaña Esparta también busca recuperar las áreas críticas que han sido blancos de inseguridad en el Catatumbo para imponer la presencia de la fuerza pública.

Asimismo, resaltó la importancia de brindar seguridad al oleoducto Caño Limón Coveñas, para garantizar el patrimonio de la estructura petrolera.

Los grupos armados que confluyen en Norte de Santander, constantemente afectan el oleoducto con la instalación de válvulas ilegales para robarse el petróleo y convertirlo en pategrillo, insumo necesario para procesar pasta base de coca.

Entre tanto, el coronel Camilo Álvarez, responsable de Esparta, recordó que la fusión de las capacidades de las autoridades arroja una ofensiva en beneficio de la seguridad de la región, para combatir de manera contundente a los grupos ilegales.

Resultados

En los 123 días que van de la campaña Esparta, las autoridades han capturado a 364 integrantes de estas organizaciones ilegales; entre estas capturas resalta la de Luis Ramiro Fernández Barrientos, Viejo Toro, coordinador internacional del narcotráfico de Los Rastrojos.

Y, Jairo Antonio Solano, cabecilla narcotraficante y encargado de las finanzas y acciones bélicas de Los Pelusos.

Esparta ha golpeado a testaferros y enlaces de bandas narcotraficantes que desde la zona del Catatumbo exportan cocaína a Europa y Estados Unidos, pasando también por República Dominicana y Puerto Rico.

Los uniformados de la fuerza pública han destruido 50 laboratorios para el procesamiento de cocaína, donde se han incautado 11.127 kilos de clorhidrato de cocaína, 862 de pasta base e insumos necesarios para la producción de la droga.

Por ahora, Esparta continúa desarrollando operaciones constantemente para debilitar las acciones de las organizaciones ilegales que limitan el crecimiento social de la población en esta zona del país.