Desde hace más de una década, el flujo migratorio ha llevado a que cerca de 2.8 millones de venezolanos se encuentren en el país, posicionando a Colombia como el principal receptor de esta migración en América Latina, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
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Entre estos migrantes, una gran parte son niños y jóvenes que hoy buscan una oportunidad de formación en el sistema educativo colombiano, generando desafíos y oportunidades en diversas regiones, con especial incidencia en Norte de Santander.
Y, frente a este tema, el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, elaboró un informe en el que analizaron datos de 2022 a corte del 31 de julio de 2024 del Ministerio de Educación Nacional, para indagar sobre la atención educativa (desde prejardín a media) de la población migrante venezolana.
La educación como desafío para los migrantes venezolanos
De acuerdo con el estudio, en el 2023, más de 600.000 estudiantes venezolanos se habían matriculado en instituciones educativas colombianas, según datos del Ministerio de Educación Nacional, los cuales representan un grupo importante de la población escolar, precisando que su integración se vuelve clave para una educación inclusiva y equitativa en el país.
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En este sentido, se identificó que la región centro-oriente, que incluye a Norte de Santander, alberga alrededor del 34% de esta población estudiantil migrante, una de las tasas más altas en el país.
Y es que, Norte de Santander, por su cercanía a la frontera, ha recibido un número significativo de estudiantes venezolanos en los últimos años.
En esta región, como en otras con alta concentración de migrantes, el sistema educativo enfrenta una creciente demanda de recursos y personal capacitado, destacando que, para 2024, el crecimiento de estudiantes migrantes en Norte de Santander y en la región centro-oriente alcanzó un 3.5% respecto a 2022, reflejando un aumento constante que demanda una mayor inversión en infraestructura y políticas de inclusión.
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En el área educativa, según el estudio, se evidenció que el 79% de los estudiantes migrantes están en instituciones urbanas, mientras que el 21% restante asiste a escuelas rurales, muchas de las cuales carecen de las facilidades necesarias para atender a esta población.
Además, el 87% de los estudiantes migrantes en el país se encuentra en instituciones del sector oficial, lo que sobrecarga aún más los recursos del sistema público, especialmente en Norte de Santander.
Reducción de la matrícula irregular
Uno de los avances a destacar es que, en los últimos años, se ha visto un esfuerzo en la regularización del estatus migratorio de los estudiantes venezolanos, lo que facilita su acceso a servicios educativos y de protección social.
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Esto, teniendo en cuenta que para julio de 2024, el 62% de los estudiantes migrantes contaba con documentos válidos en el Sistema Integrado de Matrículas (Simat), lo que los clasifica como regulares.
Es decir que la disminución de estudiantes en situación irregular es un logro significativo, aunque todavía persiste la necesidad de agilizar los procesos de regularización, especialmente en regiones como Norte de Santander, donde la presión migratoria es alta.
Cabe destacar que, en el país, a corte de junio de este año, ya 2.284.675 venezolanos estaban siendo o habían sido regularizados en el marco del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV), de los cuales, 1.927.299 ya poseen su Permiso por Protección Temporal (PPT) y 357.376 continuaban en su proceso de regularización.
Proporción y nivel educativo de los estudiantes migrantes
A nivel de matrícula, de acuerdo con el informe, el sistema educativo colombiano ha registrado que la mayoría de los estudiantes migrantes venezolanos (57%) se encuentran en el nivel de primaria, seguido por un 25% en secundaria y un 10% en transición. La distribución de matrícula por nivel educativo en Norte de Santander sigue una tendencia similar, con un enfoque mayoritario en la educación primaria.
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Para el sector educativo en esta región y otras con alta concentración de migrantes, los investigadores concluyeron que es crucial implementar estrategias de nivelación académica que ayuden a los estudiantes venezolanos a adaptarse al sistema educativo colombiano y mejorar su rendimiento, señalando que dichas estrategias deben incluir medidas de inclusión social y cultural que promuevan un ambiente libre de xenofobia y discriminación.
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