Poco más de 13 años han pasado desde que el municipio de Gramalote quedó en ruinas, producto de un derrumbe, que sumado a una falla geológica, agrietó el 80 por ciento de las viviendas del casco urbano del pueblo y provocó el éxodo masivo de más de 800 familias.
Muchas de esas personas quedaron regadas en municipios cercanos del departamento, como Cúcuta, El Zulia y Santiago, el pueblo vecino que hoy corre el mismo riesgo, según denunció Willmer Guerrero, representante a la Cámara por Norte de Santander.
Guerrero, aprovechó la visita del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, al Congreso para tomar un derecho de la palabra y exponer la situación del departamento en materia de riesgo.
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Señaló que en Santiago, ubicado al pie del cerro La Cruz, muchas casas ya han comenzado a presentar los mismos problemas que en Gramalote previo a su destrucción, es decir, marcadas grietas que dan cuenta del imperceptible movimiento de la tierra, consecuencia de la falla geológica que atraviesa el departamento.
El congresista invitó al ministro a que visite el lugar y conozca de primera mano el panorama de este pueblo, para que desde ya se tomen medidas y se evite una tragedia como la de Gramalote, que si bien no cobró vidas humanas, si las afectó moralmente, por cuanto quedaron a la deriva, sin hogar, trabajo y vida social.
En la secretaria departamental de Gestión de Riesgo informaron que el mes pasado hubo una visita de acompañamiento, conjuntamente con un enviado nacional de la Unidad al municipio de Santiago, luego que la alcaldía radicara un informe sobre la situación.
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Allí se habría reunido con el secretario de Planeación de la municipalidad, para continuar con la evaluación de la problemática y definir el plan de acción.
No olvidar El Tarrita
El congresista recordó igualmente la situación en El Tarrita, donde una crecida del río El Tarra en mayo de 2023, causó seria afectación en el pueblo y en la vía nacional que comunica a Cúcuta con Ocaña.
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Guerrero pidió celeridad en los trabajos de reparación en el lugar, puesto que las personas están pasando por necesidades debido, principalmente, al estado de la carretera. El representante pidió que se mire Norte de Santander con el mismo interés con que se miró a Rosas, Cauca, donde se presentó una situación similar y ya fue resuelto el problema.
Señaló que por lo menos 80 familias fueron directamente afectadas por este deslizamiento y cuando está por cumplirse un año, todavía no han sido atendidas, “por favor no abandonen a los afectados por la avalancha de El Tarrita”, dijo el congresista.
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