Durante la época de fin de año, la internet se convierte en una gran herramienta de interacción, sobre todo para realizar compras o como elemento de diversión (para ver películas, descargar juegos o música, entre otras acciones), situación que es aprovechada por los ciberdelincuentes para robar información personal, ya que la mayoría de las personas se relajan durante esta época y bajan la guardia con las medidas de seguridad. 

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Según cifras del Centro Cibernético Policial, 18.578 URL fueron bloqueadas en 2021 por contenidos maliciosos; destacando que se recibieron 1.558 denuncias y se efectuaron 49 capturas.

Entre los principales delitos informáticos se encontró el grooming (acción deliberada de un adulto, varón o mujer de acosar sexualmente a una niña, niño o adolescente a través de un medio digital) con 516 incidentes registrados; la sextorsión (forma de explotación y chantaje sexual en el que una persona es chantajeada por otra que posee imágenes suyas de índole sexual) con 621, y el ciberbullying (cuando un niño o joven es amenazado o acosado a través de internet) con 325.

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La distribución de material de abuso sexual infantil se reseña como una de las modalidades que más pone en riesgo la seguridad digital de los niños, niñas y adolescentes, especialmente en esta época de vacaciones, resaltando que, de acuerdo con la Policía Nacional, las aplicaciones de mayor uso para ejercer este delito son WhatsApp, Telegram, Facebook, Instagram y Snapchat. 

La misma institución señala que, durante 2021, los delitos cibernéticos en Colombia ascendieron a 33.465, lo que significa un aumento de 17 % en comparación con 2020, cuando fueron 28.524 casos.

Ante esta situación, la Policía Nacional recomienda a los padres de familia que establezcan horarios de conexión a internet, así como también, que mantengan un diálogo abierto para establecer una disciplina de confianza con sus hijos, para que puedan dar aviso de peligros o agresiones en la red. 

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De igual forma, que se informen sobre las páginas y/o plataformas que usan sus hijos, haciendo énfasis en que los menores de 13 años no deberían tener cuentas en redes sociales por los riesgos a los que se exponen.

Pueden denunciar y reportar cualquier situación que vulnere la integridad en los entornos digitales a través de la línea 141 de la Policía Nacional; el Sistema Nacional de Denuncia Virtual (https://adenunciar.policia.gov.co/adenunciar), y el CAI Virtual de la Policía Nacional en (https://caivirtual.policia.gov.co/).

Por esta razón, el Ministerio de las TIC está promoviendo la estrategia ‘En TIC Confío+’, cuyo objetivo es sensibilizar a los colombianos, en especial a niños y jóvenes sobre el uso seguro y responsable de las plataformas virtuales, así como también, impulsar el uso y la apropiación de internet como la oportunidad para generar una huella digital positiva en el entorno digital.

“Queremos hacer un llamado y decirles que el riesgo en internet no se va de vacaciones. Por eso, con el programa ‘En TIC Confío+’ hemos capacitado a más de 2,3 millones de colombianos para que naveguen seguros en internet, conozcan los riesgos a los que están expuestos y no se conviertan en víctimas de cualquier delito en la red”, señaló la directora de Apropiación TIC del MinTIC, María Fernanda Ardila. Para quienes deseen formar parte del programa, pueden acceder a la página https://www.enticconfio.gov.co/ .

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¿Cómo salir de un estado de ciberdependencia? 

Aunque el internet tiene grandes beneficios,  también conlleva algunos riesgos que debemos identificar y prevenir. Según un estudio de Webroot, compañía estadounidense especializada en Seguridad en Internet, “niños y jóvenes entre los 8 y 18 años pasan en promedio 44.5 horas por semana frente a los computadores y dispositivos, y casi el 23% de los jóvenes informan que se sienten adictos a los videojuegos”.

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De esta forma, la ciberdependencia se entiende como una serie de comportamientos donde las personas convierten en imprescindibles las herramientas digitales, los teléfonos celulares o consolas de videojuegos, invirtiendo tiempo considerable en el uso de redes sociales y aplicaciones, e interfiriendo con el curso normal de la vida.

Uno de los primeros pasos para salir de un estado de ciberdependencia tiene que ver con reconocer sus síntomas que generalmente son: 

Tecno ansiedad, incomodidad e inestabilidad por no contar con un dispositivo o elemento tecnológico que le permita conectarse con otros.

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Apego enfermizo, manifestado en dedicar largos períodos de tiempo revisando sus redes sociales o las diferentes aplicaciones virtuales.

Síndrome de alienación, sentimientos de soledad, tristeza y depresión, acompañados de pensamientos de menos valía, de supuesto menosprecio de los otros, por no estar conectado.

Taxiedad, sentimientos de angustia al enviar mensajes y no recibir respuestas inmediatamente de los otros usuarios.

Textofrenia, tensión y confusión creyendo que su teléfono ha recibido mensajes, sin que esto realmente suceda, presentando alta ansiedad.

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Según las recomendaciones de Juanita Montenegro, psicóloga de la Universidad Javeriana, para salir de esta ciberdependencia, una opción es “utilizar sus intereses, esas motivaciones de estar en línea y explorar pasatiempos o actividades que sean fuera de línea, cursos que exploten sus gustos y talentos”.  

Otro punto para salir de un estado de adicción a la tecnología está relacionado con “entender que el acceso a la tecnología es un privilegio, por ello en el caso de niños y adolescentes se debe reforzar la idea de que el tiempo en línea es la recompensa de una acción positiva como buenas calificaciones o el cumplimiento de sus obligaciones en el hogar”. 

También se deben evaluar las áreas de la vida afectadas por la ciberdependencia, y no “centrarse en la adicción sino en lo que se debe trabajar de fondo, confianza, seguridad, relaciones con familiares y pareja”, parar un momento de poner atención en la tecnología y revisar la cotidianidad, pues si es posible salir de la adicción a la tecnología, ya que es cuestión de voluntad y de acudir a ayuda profesional si lo cree necesario. 

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También se pueden poner en práctica alguna de estas acciones para salir de un estado de ciberdependencia: reduzca paulatinamente sus tiempos de conexión, programe más acciones offline, haga actividades físicas y retome hábitos como la lectura de textos impresos o la escritura a mano. 

Familia, clave en el proceso 

Los padres de familia son fundamentales en esta tarea, y su apoyo es vital para que sus hijos o familiares cercanos no caigan en la ciberdependencia y, por el contrario, que los niños y jóvenes aprovechen estas herramientas como método de formación que ayude a ampliar su conocimiento y mejorar su calidad de vida.

Aquí una serie de consejos que también son útiles para este fin: 

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Programar el tiempo en Internet. Esto ayuda a que se creen hábitos y que niños, adolescentes e incluso adultos sepan diferenciar los espacios y entiendan que no es necesario estar conectados todo el tiempo.

Si se está comiendo en familia, viendo una película o jugando juntos, el celular y los dispositivos no deberían ser un distractor.

Buscar alianzas. Que todos aporten sobre el uso inteligente de la tecnología, es decir, que se apoyen en ella para desarrollar sus procesos de aprendizaje o entretenimiento.

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A estas recomendaciones se puede agregar lo siguiente: 

No contestar llamadas o mensajes en ciertos horarios establecidos durante el día.

Restringir el chat o el uso de del dispositivo móvil durante las actividades sociales que se compartan con amigos o familia.

Intentar no conectarte todo el día a las redes sociales, poner límites y horarios de uso.

En conclusión, no se trata de evitar Internet o de alejar cada vez más a los hijos de estas herramientas tecnológicas. Por el contrario, lo que se debe buscar es familiarizarnos con ellas, además de establecer reglas y límites razonables —con un acompañamiento constante—, y de esta manera lograr que los niños y jóvenes utilicen los beneficios de la red no solo para divertirse y entretenerse, sino también para aprender y mejorar su calidad de vida y la de todos a su alrededor.

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