El 25% de la migración venezolana que vive en Colombia son personas jóvenes, lo que representa un bono demográfico y oportunidad para el principal país de acogida. Según el último reporte de Migración Colombia (a corte de octubre de 2022), en el país el 51,31% (1.485.349) de los migrantes venezolanos tienen edades comprendidas entre los 18 y 39 años, es decir, con una alta tasa de capital humano en edad productiva.
La ONG Plan País y el Clúster de Jóvenes y Estudiantes de la Red Global de la Diáspora de Venezuela elaboró un informe titulado ‘Plan País Connect: Agenda Global de Jóvenes - Perspectivas de las juventudes venezolanas a nivel mundial’, en el cual muestran una radiografía de qué está pasando con estos jóvenes en distintas partes del mundo. La investigación se hizo durante 2022 e inicios de 2023.
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La base del estudio se concentró en la organización de múltiples encuentros y mesas de trabajo de los jóvenes venezolanos en Colombia, Perú, España, Estados Unidos, entre otros países. También, se realizó una encuesta online aplicada a casi 120 personas en 15 países en edades comprendidas entre los 15 y 35 años, durante el mes de diciembre de 2022, en conjunto con una investigación documental.
El levantamiento de información se hizo en seis áreas de enfoque: inserción laboral, derechos humanos, emprendimiento, ambiente, salud mental y venezolanidad.
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Juan Pío Hernández, director ejecutivo de la ONG Plan País y miembro fundador de la Red Global de la Diáspora de Venezuela, explicó que estudios académicos recientes muestran cómo el “éxodo masivo de venezolanos generó que el país perdiera las ventajas del bono demográfico con el que Venezuela se suponía contaría con un mayor volumen de población en edad productiva para potenciar el desarrollo del país”.
Además, refirió que frente a esta realidad y los marcados flujos migratorios que se viven en todo el mundo, era necesario entender “¿quién está ganando ese bono demográfico que Venezuela está perdiendo?, y ¿si existe una manera de aprovecharlo para el bienestar del país por medio del poder de una diáspora efectiva?”.
Por esa razón esta investigación en la cual entre los resultados más relevantes destacan el hecho de que para el 86% los jóvenes migrantes venezolanos no ha sido sencillo encontrar unos empleos formales relacionados con sus carreras profesionales y expectativas salariales.
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Derechos humanos
En materia de derechos humanos, la investigación concluyó que existe un desconocimiento sobre los mecanismos que existen para colocar denuncias y maneras de atención al instante de suscitarse alguna vulneración de los mismos. “En el caso de los jóvenes migrantes venezolanos, se intensifica que existen situaciones de discriminación sobre el acceso a los derechos. Si bien, no se manifiesta una tendencia mayoritaria de situaciones de violación de los Derechos Humanos, esta discriminación puede generar xenofobia”.
En esta radiografía se resalta positivamente, que la mayoría de estos jóvenes coinciden que en los países de acogida han percibido avances en acceso a derechos.
Además, que en su mayoría sostienen que “la persecución y violación sistemática de los Derechos Humanos fue motivo para migrar a otros países”.
“Aquellos jóvenes venezolanos que se identifican como migrantes, sostienen que en sus países de acogida existen desafíos importantes en cuanto al ejercicio pleno de sus Derechos Humanos. Se mencionan las barreras para acceder a la atención primaria de salud. Por otro lado, se señala que existe una brecha de información importante respecto a los procesos de regulación y en ese sentido al poder tener acceso a identificaciones y documentos que validen sus identidades”, dice la investigación.
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Importancia de la salud mental
La salud mental para el joven que migra es fundamental para el proceso de adaptación y de integración. En este estudio al ser consultados el 46,2% afirmó haber atravesado algún tipo de situación en relación a su salud mental después de migrar.
Y en el mismo estudio se indica que los jóvenes venezolanos piensan que las políticas públicas en esta materia en los países de acogida son insuficientes. Pero, además, este grupo se enfrenta a desafíos emocionales como la depresión, el estrés, la tristeza como consecuencia del duelo migratorio que enfrentan.
“Poco más de la mitad de las personas encuestadas (50,8%) afirma que no tiene acceso a servicios de salud mental; y cuando se pregunta, si existen esfuerzos en materia de políticas pública para mejorar la situación de la salud mental de la población migrante en el país de acogida, solamente 14,2% de las personas indican que sí existen esfuerzos, existe un porcentaje de más de 20% que señala no conocer ningún tipo de esfuerzo bajo este temática”, precisa la investigación.
Emprendimientos y situación laboral
Los jóvenes venezolanos migrantes han recurrido al emprendimiento como método de surgir y de adaptabilidad, debido a que no tienen posibilidad de ejercer sus profesiones.
“Sin embargo, la falta de financiamiento, la poca consolidación de una red de contactos en el país de acogida; así como las brechas de información respecto a cómo bancarizarse, representa barreras para la consolidación de negocios”, enfatiza el estudio.
Además, el 68,3% manifiesta que desconoce sobre las políticas y las formas de cómo acceder a financiamiento, y un 9,2% dijo que no sabe sobre la temática.
Las propuestas hechas por ellos mismos se centran en aumentar su participación en la creación de negocios, y cerca del 52,1% afirma que se deben brindar créditos especiales para concretarlos.
En cuanto a la situación laboral indicaron que se sienten frustrados, porque no tienen la posibilidad de ejercer las profesiones estudiadas y solo pueden tener empleos en el sector informal de la economía del país de acogida.
Algunos puntualizaron que luego de los procesos de regulación migratoria lograron ejercer sus profesiones o trabajar en algo acorde con su nivel de formación. Pero, aún existen barreras como el tema del reconocimiento de los títulos.
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