Un grupo de emprendedores de Norte de Santander participó en un taller visionario que organizó Panaca por medio de su fundación para incentivar el turismo rural sostenible.
Llegaron ilusionados al parque Quimbaya, Quindío, bajo el paraguas de convertirse en futuros empresarios o fortalecer lo que empezaron orientados, también, por el ministerio del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
De Norte de Santander participaron 27 entusiastas soñadores provenientes de Ocaña, Pamplona, Toledo, Pamplonita, Mutiscua, Cácota, Chitagá, Teorama, Lourdes, Silos y Cucutilla.
Todos tenían proyectos diferentes, pero el mismo fin.
La Comunicadora Social Ángela Rodríguez de 32 años, ha consolidados dos dos emprendimientos con el soporte de su familia, porque su padre fue el primero en atizar un fogón al llegar a Ocaña hace 30 años. En el asadero de carne participaban todos y de ahí esa semilla empezó a germinar. “Cada uno de nosotros los hermanos hemos abierto restaurante”. Hace cinco años funciona ‘La Provincia’ y ‘La Casona’, ubicada en el centro de Ocaña, además de restaurante se instalarán vitrinas para que los artesanos del Catatumbo exhiban sus creaciones.
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La comunicadora se enteró de la capacitación por medio de un egresado del año pasado y asegura que “la experiencia fue gratificante, poder aunar fuerzas con todos los emprendimientos de Norte de Santander que tiene que ver con turismo. Iniciaremos con una especie de ‘pasaporte ‘Norte lo tiene todo’ para presentar en las ferias del departamento”.
Dayana Alejandra Durán Ovallos de Teorama, 29 años, Ingeniera Industrial, egresada de la Universidad Libre de Cúcuta, retomó el emprendimiento de bisutería que había iniciado durante su etapa de estudiante para sostenerse la carrera. “Siempre me ha gustado el diseño. Es un arte empírico, nunca he hecho un curso, pero mi mamá es modista y de ahí el gusto por la moda”.
Dayana lanzó por las redes sociales una línea de accesorios que bautizó ‘Anastasia’ dándole una connotación social, enfocada en el “renacer de la mujer que hay en ti” y bajo esa premisa se ha volcado a la cárcel de mujeres para organizar grupos y enseñarles a producir para que tengan un futuro promisorio. También involucrará a los artesanos de la comunidad indígena Barí del Catatumbo para visibilizar sus creaciones.
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La técnica que usa en las diademas es la de alambrismo y está sacando diseños con semillas e hilo macramé. “Mi sueño visionario es poder mostrar mi Catatumbo en vitrinas para sacarlos al mercado porque existen muchas maravillas”. El diplomado le ayudó a visionar y a aterrizar el proyecto. Aprovechó también para aliarse con Ángela Rodríguez de Ocaña porque considera “que el Catatumbo no solo produce noticias malas. También genera emprendimientos. Y son abanderados por mujeres que tienen historias por contar y trabajan desde sus casas o desde la cárcel”.
El también Comunicador Social Roberto Ospino dijo que permaneció durante un mes con los compañeros de Norte de Santander y de otras regiones de Colombia participando en el diplomado en Turismo Rural Sostenible en donde a través de la estrategia de la Fundación Panaca “Aprender haciendo”, “tuvimos la oportunidad de prepararnos en temas relacionados con el desarrollo de propuestas enfocadas al turismo, teniendo en cuenta que una de los compromisos adquiridos es empezar a trabajar con las comunidades rurales de nuestros territorios en esos temas de desarrollo. En el caso de mi proyecto de aviturismo, tengo el compromiso de fortalecer el cuidado y conservación de las aves silvestres en la región de Pamplona, en especial en el municipio de Pamplonita. La iniciativa está orientada a motivar a las comunidades urbanas y rurales sobre la importancia que tienen las aves para el medio ambiente teniendo en cuenta que se encargan de polinizar y regar las semillas, al igual que se convierten en promotoras del turismo rural a través de la creación de rutas o corredores ecoturísticos. También recordar que la iniciativa es transversal al involucrar el eje educativo, cultural, social, económico, medioambiental, histórico y geográfico, entre otros aspectos.
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El proyecto se ha venido trabajando desde hace un par de año, en donde se empezó a hacer el inventario de las aves de esta región de Norte de Santander, para lo cual se contó con la colaboración de un grupo de biólogos de la Universidad de Pamplona, entre ellos Alberto Peña, experto en este tema quien tiene registros de significativos de colibríes y de otras aves endémicas”.
La artesana Adriana Antelinez teje sacos, ruanas, bufandas, pie de camas, guantes, gorros, y es la representante de la Asociación de Familias Artesanas también asistió a la capacitación brindada por Panaca.
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Fondo Nacional de Turismo y Fundación Panaca convocaron a participar en el diplomado ‘Turismo rural sostenible’ el mes pasado.
El objetivo del programa es formar gestores integrales, a través de la metodología de “aprender haciendo” en un entorno real para lograr el desarrollo de habilidades, destrezas y conocimientos necesarios para la gestión del turismo rural.
El diplomado estuvo dirigido a personas con empresas, emprendimientos o proyectos en turismo rural. También a los docentes de los Colegios Amigos del Turismo, en pro de promover un mayor impacto en la competitividad turística del departamento.
Los seleccionados contaron con hospedaje durante un mes en las instalaciones del Parque Panaca en Quimbaya (Quindío). Y el diplomado se desarrolló a través de los módulos: Contextualización del turismo exitoso, gestión y administración del turismo rural y operación del turismo rural.
Y los estudiantes diagnosticaron y aprendieron sobre los pasos básicos para plantear la propuesta de un modelo de negocio, con los lineamientos estratégicos generales de un proyecto agro-turístico, liderado por la directora Lorena Marcela Cuéllar, quien es experta en educación experiencial corporativa, talleres de cultura organizacional y el programa ‘aprender haciendo’.
También es la directora de Bienestar de la Fundación y su labor es apoyar y acompañar la transformación del ser, potencializar el desarrollo de los estudiantes en competencias blandas y emprendimiento, de la mano de un equipo comprometido con el campesino.
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