No era la primera vez que María Alejandra Melo Garay subía a un avión, pero sí volar a Houston, gran metrópolis de Texas.
“El trabajo era arduo. Terminábamos cansadas, porque las jornadas eran largas, pero interactivas y era difícil aburrirse”.
Incluso pudieron interactuar “con tres chicas astronautas que vivieron la experiencia de viajar fuera de la atmósfera”.
La cucuteña no tuvo ningún inconveniente con el inglés porque lo domina al igual que el coreano. Y dice que cuando termine el bachillerato estudiará Ingeniería Química y licenciatura en idiomas.
Dormía en el hotel de la NASA, Springhill Marriott, y los grupos mantenían guías durante la estadía. Su grupo se denominó ‘NEA Scout’.
Se maravilló de ingresar a un simulador de transbordador que la NASA creó a escala para el aprendizaje científico y exploración del espacio, que se usó en la Misión Independence. Quedó gratamente impactada por “lo creado por Dios”.
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Le gustaría repetir la experiencia que vivió durante nueve días, pero ahora al lado de su familia.
Se considera una joven valiente, que se esfuerza, “que le gusta asumir retos, que nada la detiene. Independiente, que lucha por lo suyo, y que sabe que de la mano de Dios y de mi familia todo lo puedo lograr”.
En Cúcuta aún tiene familiares que hace diez años no visita, pero le gustaría regresar para degustar los platos típicos que extraña a pesar de haberse ido muy niña de la ciudad.