El 90% del profesorado y administrativos ya se aplicaron la vacuna; el aforo máximo por salón es de 15 estudiantes.
Con prisa, los alumnos ingresaban en algunos casos a solitarios salones acompañados por uno o dos compañeros que esperaban al profesor para iniciar las clases, mientras éste acomodaba los aparatos electrónicos para conectarse con el resto del curso.
El colegio presenta una automatización que permite a los profesores dar clases a sus estudiantes en modalidad virtual y proyectarla en videobeam a los alumnos presenciales.
Se permiten máximo 15 estudiantes por salón, y estos son libres de asistir una vez firmada la autorización, sin embargo, la mayor parte de los padres de familia decidieron seguir en la virtualidad.
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“Los chicos están llegando con una actitud altamente positiva, con alegría de ver a sus compañeros y a los profesores. Nosotros, por otro lado, necesitamos la alternancia con urgencia, reencontrarnos con ellos es nuestra razón de ser, para entregarles nuestro saber y conocimiento, ayudándoles a construir sus sueños”, manifestó el profesor de lengua castellana Rómulo Sarmiento.
Sonó el timbre para el receso, entre susurros y sonrisas, los jóvenes transcurrieron su jornada con tranquilidad, respetando sus distanciamientos, los compañeros de clase compartían con sus amigos anécdotas y anotaciones de las clases con sus loncheras preparadas, pues la cafetería está inhabilitada por la emergencia sanitaria.