Una denuncia a través de redes sociales desnudó una realidad que al parecer sucede a diario en el antiguo zoológico de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera, Corponor, detrás de un reconocido restaurante en El Malecón, donde un grupo de personas hacen encuentros para grabar videos sexuales, incluso a la vista de los transeúntes, un hecho que constituye una falta a las normas de convivencia, contemplado en el Código Nacional de Policía. 

Lina (nombre ficticio para proteger la identidad de la denunciante), quien vive en este sector de la ciudad, asegura que estas reuniones se dan todos los días entre las cuatro de la tarde y las diez de la noche, donde dos mujeres, acompañadas de hombres, van al sitio a hacer sus grabaciones sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo. 

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“Yo presencié uno de esos encuentros el pasado miércoles (tres de abril) en la tarde, e inmediatamente llamé al Centro de Atención Inmediata, CAI, de la Policía y allí me dijeron que ellos no podían hacer nada. Las personas se quedaron haciendo sus cosas en el lugar, como si nada”, explicó la testigo. 

El supuesto argumento de los oficiales de Policía para no intervenir habría sido que las implicadas eran mujeres, dijo Lina, quien aclaró que su problema no tiene que ver con lo que ellas hacen, sino con el lugar donde lo hacen.

Señala que las mujeres que protagonizan este tipo de material ya tienen “fama” en la zona, y que generalmente deambulan por este corredor turístico, no solo grabando videos de contenido sexual explícito, que luego comercializan en Internet, sino también ofreciendo servicios sexuales a los hombres que acuden a este lugar a ejercitarse. 

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“Esto genera mucha indignación, sobre todo porque a veces hay niños”, dijo la mujer. 

Por otra parte, además de estas conductas obscenas, ‘Lina’ señaló que el lugar perdió toda su esencia y atractivo turístico por la constante presencia de “viciosos, ladrones e indigentes. No parece la zona rosa, sino un cuartucho”, dijo la afectada. 

Sin conocimiento en el CAI

Diario La Opinión  se dirigió hasta la sede del CAI ubicado en la intersección Arnulfo Briceño, y al que le corresponde la vigilancia y seguridad de este sector, en donde aseguraron no haber recibido ningún tipo de denuncia, aunque sí tenían conocimiento del hecho, pero solo por lo que había circulado en redes sociales. 

En todo caso, indicaron que pasarían la novedad al comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta y empezarían a redoblar la vigilancia en el área del parque ecológico, luego de evidenciar por medio del material gráfico suministrado por la denunciante que efectivamente se trataba del lugar señalado. 

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Indicaron que este tipo de acciones infringen el Código Nacional de Policía y Convivencia de la Ley 1801 de 2016 que, en su artículo 33, señala entre los comportamientos que afectan la tranquilidad y las relaciones respetuosas de las personas, “la realización de actos sexuales o de exhibicionismo que generen molestia a la comunidad en espacio público, lugares abiertos al público, o que siendo privados trasciendan a lo público”. 

La sanción para estas infracciones es pecuniaria, e implica pagos de cuatro salarios mínimos en adelante, dependiendo del tipo de falta. Si el acto afecta o involucra menores de edad, se convierte en delito penal y se recurre a otro tipo de ruta de atención. 

El canal directo habilitado para entablar denuncias en el CAI Arnulfo Briceño es el 315 5779057, “las personas afectadas por algún problema de seguridad u orden público pueden llamar a esta línea y serán atendidos”, dijo el encargado de este puesto policial. 

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