¡Ya vengo! Fueron las últimas palabras que Eliana Lizeth Quintero, de 21 años, dejó grabadas para siempre en la memoria de su abuela materna, Gilma Torrado.
Pese a que las escuchó en la noche del 3 de enero del año 2007, las tiene consigo como el más preciado recuerdo, el mismo que aún le hace brotar lágrimas y suspirar de dolor por la incertidumbre de no saber del paradero de su nieta.
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Gilma, a sus 77 años, no pierde la esperanza de algún día ver cruzar de regreso a Eliana, por la misma puerta de madera que salió.
“Ella me picó el ojo, me tiró un beso y se fue… Desde entonces nuestras vidas cambiaron sin ella. No tenemos paz, ni hay descanso, no existen las fechas especiales, se despareció todo con ella, las ganas de vivir, de seguir adelante”, relata Gilma, con voz quebrada por el dolor que le taladra el alma.
Eliana Lizeth Quintero, era una joven universitaria que ya había culminado materias de la carrera profesional Derecho, en la Universidad Libre de Cúcuta. Le faltaba menos de medio año para graduarse, cuando su silueta se esfumó de los ojos de todos sus seres queridos.
María sigue esperando el regreso de Eliana, en la misma casa donde un día la vio salir./Foto: Jorge Gutiérrez- La Opinión
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“Era una niña alegre, juiciosa, no era de fiestas. Ella anhelaba tener su título para irse a España y ayudarnos en la casa. La duda nos carcome por dentro de pensar, ¿por qué se la llevaron? ¿quién fue?, y ¿dónde está?”, dice Gilma.
Su desaparición
Sin amenazas, sin problemas, sin deudas, sin ningún indicio del por qué desaparecieron a Eliana, viven su abuela Gilma y su mamá, María Anyul Quintero quien detalló el momento exacto de la desaparición de su amada hija.
“Ella ayudó a su primo con una tarea de matemáticas, luego llegó un señor, Totto se llamaba, amigo de un excompañero de la universidad que para que lo asesorara en un problema que tenía. Luego ese señor iba saliendo y ella también, pero él se iba solo, en cambio Eliana salió a llamar a su novio por teléfono para apurarlo porque nos llevarían a comer”, dice María.
Eliana Lizeth Quintero tenía 21 años, cuando desapareció en la noche del 3 de enero de 2007 cuando salió de su casa en el centro de Cúcuta./Foto: Jorge Gutiérrez-La Opinión.
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Eliana caminó presuntamente hacia el parque Santander, donde acostumbraba llamar a su pareja, pero él aseguró jamás recibir aquella llamada y desde entonces es incierto en dónde está.
“Yo solo pido que no se olviden de ella, que me sigan ayudando hasta encontrarla. Aunque mi corazón de madre, me dice que ella está viva, quiero que me ayuden hasta hallarla, en dónde esté, y bueno si está muerta también. Solo queremos un descanso”.
El tormento
Hasta el presente los familiares no sospechan del novio de Eliana, quien también se mostró seriamente afectado tras la desaparición. En cambio, les quedó la duda de si Totto, está relacionado en el caso.
“Creemos que tuvo algo que ver porque de ese señor no volvimos a tener noticias. Todo es suposición, pues por ahora no hay ningún avance”, señala María.
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Uno de los dos celulares que llevaba consigo Eliana, emitió una llamada a la línea de emergencia 123 desde el barrio La Pastora en Cúcuta, lugar hasta donde fueron sus familiares, y caminaron por cada cuadra polvorienta de este sector sin tener resultados.
“No hubo calle por la que no la buscáramos. Pegamos fotos, recorrí los callejones, fuí hasta los burdeles de Venezuela, porque pensábamos que podía haber sido víctima de trata de personas, y nada… Mi niña, no se imaginan cuánto la extraño”.
Esta es la muñeca de trapo en honor a Eliana que será exhibida en la exposición 'Las Cristinas' de Paulina Mahecha, en el Ventura Plaza traída por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)./Foto: cortesía
Aunque a Eliana ya la han buscado hasta en las morgues, donde han llegado algunas jóvenes con características parecidas, no han podido encontrarla. Las penas cada día desgastan a su mamá María y su abuela Gilma, de las que fue arrancada una noche.
“Si alguien la tiene pedimos que la regresen, que nos digan si la mataron. Nosotras no dormimos, casi no pasamos bocado de saber ella cómo estará. Apiádense del daño que causaron y por favor díganos en dónde está”, son las súplicas de María.
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En un viejo y amplio apartamento ubicado en el corazón de Cúcuta siguen viviendo María y Gilma, quienes decidieron quedarse en el mismo sitio del que salió Eliana, aunque pagan arriendo, con la única ilusión de que ella, encuentre el camino de regreso a casa.
“No he sido capaz ni siquiera de cambiar mi número de celular, yo siempre lo tengo a mi lado cargado, esperando el día que ella me llame y me diga que ya viene a vernos”.
Si alguien la ha visto, conoce su ubicación o sabe algún detalle que permita avanzar en esta investigación, se puede contactar con la Fiscalía para aliviar el tormento de esta familia cucuteña.
A continuación el video completo de la entrevista con la mamá y abuela de Eliana, no la hemos olvidado:
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