Sentados en una de las sillas del parque del corregimiento de La Garita (Los Patios) cuatro madres de familias y tres representantes de una empresa de turismo de Cúcuta se citaron para conocer un plan vacacional que disfrutarían 7 alumnos quienes concursarían con sus proyectos de investigación en Cartagena, sin saber que todo terminaría en un daño psicológico y una estafa de más de 15 millones de pesos.
Era el domingo 16 de julio de 2023, cuando Eder Leandro Lázaro Corrales llegó por recomendación de una mamá de la Institución Educativa La Garita. Fue acompañado con dos representantes más y aseguraron que laboraban con la empresa Atlas Viajando.
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En el documento conocido por La Opinión de registro de Cámara y Comercio se detalla que el representante de esta empresa es David Lázaro Villamizar, papá de Eder, y quien estuvo presente en el encuentro.
David Lázaro Villamizar, figura como el representante de la empresa Atlas Viajando.
Llegaron vistiendo camisas amarillas con logo de la empresa y una vez de frente, quien tomó el liderazgo fue Eder y ofreció un paquete turístico que fue atractivo para las interesadas por su bajo costo.
El viaje debía realizarse en la semana de receso escolar, específicamente entre el miércoles 11 de octubre al sábado 14 de octubre, fecha en que los 7 alumnos de la Institución Educativa La Garita, debían presentarse para concursar en el XXVI Encuentro Nacional y XX Encuentro Internacional de semilleros de investigación RedColsi 2023.
Los adultos y menores de edad debían pagar individualmente $670.000 en acomodación múltiple y si deseaba habitación doble el precio sería $690.000. Tal costo a pagar incluía transporte ida y regreso en bus climatizado, un refrigerio, alojamiento en hotel frente al mar, tres desayunos, tres almuerzos y tres cenas; visita a Barú, chiva rumbera, city tour por los lugares representativos de Cartagena, traslados a la universidad de Cartagena (donde se desarrollaría el evento escolar), póliza de asistencia médica y un guía turístico.
Confiaron y pagaron
Las mamás decidieron apostarle a contratar con dicha empresa y se reunieron para trabajar por sus hijos.
“Somos mamás de las veredas alrededor del colegio y en busca de economía, nos pareció que era la mejor opción. Muchas trabajamos cocinándole a obreros de la zona, recogiendo café u otras labores que no daba para pagar ese viaje, entonces, nos pusimos en la tarea de vender mute y pasteles, hacíamos rifas con tal de recolectar lo que debíamos pagar”, contó una mamá afectada.
El 18 de julio, dos días después del encuentro, las mamás entregaron un primer abono de $1.600.000 con el que obtuvieron un recibo de la empresa.
Luego, Eder hizo saber que podría hacer los siguientes abonos a una cuenta en Bancolombia a nombre de Ligia María Corrales, su mamá, quien se presentó en el primer día del negocio. A ella le depositaron el valor de $1.000.000, el 11 de agosto.
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“Desde el día 17 de ese mismo mes, los aportes económicos a la empresa terminaron en una tercera persona de nombre Angélica Martínez, quien sería la esposa de Eder y a quien le terminamos de depositar en 10 pagos divididos entre agosto, septiembre y octubre para un total de $12.600.000 lo que representó un pago final de $15.200.000”, dijo otra madre de familia.
Además a este dinero, se suman $630.000 que el colegio pagó (también apunta de actividades) por la participación de los estudiantes al evento de la Red Colombiana de semilleros de investigación (RedColsi) para que sus estudiantes de los grados quinto, sexto, noveno, décimo y once, quienes se habían ganado el derecho de participar después de haber clasificado en la ronda regional realizada en Ocaña, donde participó con sus grupos de investigación todos valorados con puntaje superiores y por ende clasificados a la final nacional en Cartagena.
Los padres de familia conservan la evidencia de los pagos realizados a Atlas Viajando.
Con las maletas listas
Con un saldo de aproximadamente $1.500.000 y que se acordó pagar el día del viaje, porque varios obtendrían préstamos para terminar de pagar, los siete estudiantes, acompañados de 13 padres de familia y 4 docentes, tenían previsto salir a las 2 de la tarde del martes 10 de octubre pero una llamada los alertó de que esto no sucedería.
Algunas mamás que viajarían con sus hijos y quienes residían en las veredas más retiradas pasaron la noche del lunes en viviendas cercanas al colegio, de donde saldría el bus que los llevaría a concursar y de paso, para la mayoría de los niños sería la primera vez que estarían en el mar.
Ese mismo martes, el día acordado para el viaje, a las 8:30 de la mañana, Eder Lázaro se comunicó vía WhatsApp para decir que presuntamente que el bus que los iba a recoger sufrió un accidente en Bucaramanga y que estaba imposibilitado para viajar.
“Hay dos opciones: la empresa pone un carro para salir a las 7:00 p.m., pero yo creo que no es recomendable viajar de noche porque perdemos todo el día de mañana. La segunda opción es que corramos un día el viaje y salimos a la misma hora que planeamos hoy (2:00 p.m.) y yo me encargo de hablar con el hotel para correr todo un día”, es lo que dijo Eder Lázaro, en un audio cuando se comunicó con María Suárez, la mamá líder del evento.
Al oír los argumentos del hombre, la mamá sintió engaño y con su pareja sentimental salieron en busca de los demás representantes de la empresa y acudieron a la dirección que reposaba en la factura de abono y no encontraron nada.
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“Llegamos y era una vivienda común y corriente. Los residentes me dijeron que allí nunca ha existido una agencia de viajes y que no éramos los únicos en llegar a preguntar. En ese momento confirmé que nos habían estafado”, dijo María Suárez.
Los docentes intentaron que los alumnos concursaran de manera virtual, pero el evento solo admitía concursantes de manera presencial.
Sin responder
Para el miércoles en la noche, Eder Lázaro informó que en definitiva el viaje no se podría realizar y que se encargaría de hacer el reembolso, sin embargo, a más de un mes de ocurrido el hecho, a ningún participante del viaje les han devuelto un peso.
“Si ya perdimos el dinero por confiados no se puede permitir que esta familia siga quitándole dinero a otros, tampoco que sigan jugando con ilusiones como la de nuestros hijos. Eso ha sido lo más difícil de lidiar, porque son niños que han llorado por algo que ellos no merecían”, dijo María, quien no deja de sentirse mal por su hija de 10 años, de quinto grado y quien concursaría junto a otro compañero de clase, con su proyecto ‘Conociendo la rana del bosque seco tropical’.
“Como yo tuve que encargarme de eso, ella escuchaba todo y el martes en la noche, me pidió que le dijera la verdad y cuando le dije se puso a llorar. Dijo que su sueño era conocer el mar y que no quería volver al colegio por pena a que se burlaran. Fue un daño emocional y económico”, dijo ella.
Denunciados
Cansados de las promesas del hombre y del no pago, los padres de familia y los docentes que también viajarían con la agencia decidieron denunciarlos ante la Fiscalía por estafa. Además, iniciaron a difundir lo ocurrido por redes sociales y encontraron más víctimas.
“Resulta que buscamos al papá de este hombre y aseguró que él ya no hacía parte de esa empresa desde el 1 de octubre del 2023. Aunque le reclamamos que nosotros contratamos con ellos desde julio y que él mismo estuvo presente en tal encuentro, no respondió”, dijo otra de las afectadas, añadiendo que la empresa Atlas viajando borró su perfil en redes sociales.
Los estudiantes que concursarían iban a encargarse de divulgar los resultados obtenidos a través de diversos proyectos ambientales.
Según las afectadas, tras la difusión de lo ocurrido, algunas víctimas se animaron a contar cómo también cayeron en este engaño.
“Un señor de San Luis de una fábrica de muebles nos contó que le robo a él y sus empleados también por un viaje grupal. Otra señora de San Cristóbal (Táchira) aseguró ser víctima. Además de pésimos comentarios de a quienes si les prestaron el servicio, cosa que desafortunadamente no logramos darnos cuenta antes”, dijo la madre afectada.
Aunque La Opinión se comunicó en repetidas oportunidades con Eder Lázaro y su padre David Lázaro Villamizar, no hubo respuesta alguna.
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