El pasado 10 de junio, Cúcuta Deportivo no pudo clasificarse a la final del Torneo I-2023 al empatar 2-2 ante Cortuluá, en un estadio General Santander que tuvo el masivo acompañamiento de la hinchada rojinegra. Una victoria le fuera permitido estar en la disputa del certamen.

Ese compromiso fue el último a nivel profesional del arquero Wilder Mosquera, quien a sus 38 años decidió iniciar un nuevo camino en la escuadra rojinegra.

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Esa calurosa tarde, Mosquera fue sustituido justo antes de finalizar el primer tiempo, cuando el motilón lideraba el marcador 2-1. Muchas cosas se dijeron sobre esa sustitución, se le señaló de tímido, de no aguantar la presión…

“Salí porque estaba mal. Sufrí una ruptura del posterior de 2 milímetros. Llevaba una trayectoria de 20 años, ya había ascendido con el Cúcuta en 2015 con presión altísima, jugué finales, Copa Sudamericana, Selección Colombia Sub-20, no me iba a salir porque el partido era difícil”, expresó Mosquera, en diálogo con La Opinión.

Wilder Mosquera atajó en siete partido durante el primer semestre. Fue suplente del argentino Ezequiel Mastrolía. 

La lesión lo llevó a tomar la decisión del retiro que consideraba desde hace un buen tiempo.

Del campo al cuerpo técnico

El veterano Mosquera, que inició en el extinto Centauros de Villavicencio, dio por terminada una carrera forjada -en su gran mayoría- en el fútbol de ascenso.

Tras debutar en 2002 con Centauros, pasó por Envigado, Deportivo Rionegro, Cúcuta Deportivo (2014-2015 y 2022-2023), Jaguares (jugó Copa Sudamericana), Real Cartagena y Atlético Huila.

Logró ascender con Centauros (2003), Cúcuta (2015) y Huila (2020).  Además, compitió en el Torneo Esperanzas de Toulón, en Francia, con la Selección Colombia Sub-20 dirigida por Reinaldo Rueda.

En 2015, Mosquera ascendió con el Cúcuta al ganar un cuadrangular planteado por la Dimayor y que se disputó en Bogotá. 

Cumplido el ciclo, ‘Wil’ un espigado de 1.94 m de estatura, optó por la preparación de arqueros.

“En 2020 hice una licencia con la Universidad de San Buenaventura para ser preparador de arqueros. Luego la licencia A y B de entrenador y en este momento estoy cursando la Licencia Pro”, dijo el antioqueño.

El exjugador, que nació en Apartadó pero desde muy niño partió a Villavicencio, vive su nuevo proceso apuntando también a un futuro como director técnico.

“Voy en el proceso, aprendiendo, absorbiendo de los entrenadores. Se aprendió con Bernardo Redín y ahora más de cerca con el profe Tanucci. Vivenciar de cerca, estar en la interna, conociendo los pasillos, ayuda mucho”, afirmó Mosquera.

Mosquera en su primera etapa con el Cúcuta en el 2014 bajo la dirección del antioqueño Héctor Estrada y el vallecaucano Alberto Suárez. 

El argentino Ezequiel Mastrolía, compañero de Wilder desde el último año, se mostró contento con la nueva aventura de quien fuera uno de los capitanes del plantel.  

“Sin duda, contento con el trabajo de Wil. Nos conocemos, él conoce y sabe dónde pueden estar mis aspectos a mejorar y mis virtudes, en la conversación del día a día tenemos la confianza para hablar de lo que se debe mejorar”, señaló Mastrolía, arquero titular del plantel.

A su cargo está el desarrollo de Sergio Avellaneda y Alejandro Velásquez, arqueros del plantel Sub-20.

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“Wilder es una persona increíble. Ha llevado mi proceso desde el año pasado, me ha enseñado bastante. Compartió mucho conmigo, me tranquilizaba. Creo que son pocos los líderes como Wilder, quien se toma un tiempo y saben las palabras justas para que uno entienda lo que quieren transmitir. Él tuvo una reunión con el profe Bernardo Redín y le dijo que si se daba el marcador yo podía entrar. Es una bendición, tuvo mucho que ver”, dijo Avellenada tras su debut el pasado marzo.

Sergio Avellaneda ingresa por primera vez en el profesionalismo sustituyendo a Wilder Mosquera, en el empate 0-0 del Cúcuta vs. Quindío en la Copa Colombia. 

El ahora preparador no se guarda a la hora de hablar sobre sus dirigidos.

“Tienen nivel para llegar al profesionalismo. La institución y yo apostamos al crecimiento trabajando desde la fisiología. Hay herramientas, han mejorado, en la última evaluación han ganado potencia de seis centímetros. Vale la pena resaltar el trabajo que hace Cristian Vega en las divisiones menores”, subrayó el  formador.

Frente a una hinchada de amores y odios

En sus dos ciclos con el rojinegro, Mosquera atajó cerca de 60 partidos. En algunos de ellos con actuaciones muy destacadas y en otras cuestionables.

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“Me dedique a jugar y disfrutar en este último tiempo. Si critican a Messi y Cristiano Ronaldo, ¿no van a venir a criticarlo a uno que es un simple mortal? No les presté mucha atención.  Tuve momentos, buenos y malos, pero siempre con honestidad. Me entregué al máximo donde mi brindaron la confianza, donde fui disputé finales, fui campeón.

Mosquera fue uno de los capitanes durante la temporada 2023. 

Logré salir campeón, mucha gente no lo recuerda, sé que es venir de Bogotá y llegar al aeropuerto y andar en un carro de bomberos desde el aeropuerto hasta el estadio”, recordó el cancerbero.

Wilder se caracterizó por ser un jugador líder dentro del plantel y quien generaba respeto en el camerino.

“Siempre fui honesto. Nunca me gustó salir mucho a resaltar y vender cosas. Internamente trabajé muchísimo, empujaba demasiado, disciplina impecable, apretaba todo, pero siempre para adentro”, comentó.

Dos anécdotas en los clásicos

En su primer ciclo con el motilón, en 2014, Mosquera guardó dos anécdotas originadas en dos ‘Clásicos del Oriente Colombiano’ en Bucaramanga.

Mosquera atajando en un clásico en el Alfonso López en el Torneo de ascenso 2014. 

“Allá salimos en tanqueta una vez. Recuerdo que fuimos, ganamos y se formó un problema tremendo en el estadio, tuvimos que salir en tanqueta, siempre las veía en manifestaciones y no sabía lo que había adentro hasta ese día.

La otra fue en camino a Bucaramanga. Viajamos en bus, y pese a que recomendaron no hacerlo, fuimos. De camino nos rompieron los vidrios, vi que desde un monte salieron tres personas a tirar piedras impresionantes, tiraron, quebraron algunos, me cambié de puesto y en el que estaba terminó una de ellas”, recordó ‘Wil’ quien para la época atajaba en sudadera.

Dirigido por su hermano

En 2022, en el regreso del Cúcuta al profesionalismo, Wilder fue dirigido por su hermano Aquivaldo Mosquera, quien no pudo tener un ciclo triunfal con el cuadro de la frontera. Reiteradamente, la afición pidió la salida del antioqueño y hasta en un juego, hubo invasión al campo.

Wilder Mosquera fue el arquero titular en el regreso del Cúcuta Deportivo al profesionalismo tras casi dos años desafiliado, sin reconocimiento deportivo y en proceso de liquidación judicial. 

“Me dolió bastante. Fue duro para mí también y difícil. Cuando yo llego la gente piensa que lo hice por él, por rosca, que si iba a tapar era porque el entrenador era mi hermano, se olvidaban del ascenso de 2015 y que venía de ser dos veces campeón con el Huila.

La gente no lo alcanzó a valorar porque el fútbol es de resultados, pero cundo el Cúcuta arranca, Aquivaldo fue una persona clave para lo que es hoy el equipo. Puso todo al servicio en Medellín, vio jóvenes, y dejó una base en la institución. Se entregó por el Cúcuta, puso su reputación para algo que ni siquiera estaba fijo, aguantó y puso el pecho.

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Armar un equipo, arrancar desde el segundo semestre era difícil. Todos los equipos venían en proceso, mientras nos acomodamos fue complicado, algunos jugadores venían sin presente. Le tocó bancarse todo eso y consolidar una idea muy arriesgada de jugar con línea de tres, quizás los jugadores no estaban para eso. Son experiencias, él se entregó y puso todo de sí mismo”, declaró el menor de los Mosquera, quien también tuvo como entrenadores en el rojinegro a Héctor Estrada, Alberto Suárez, Marcelo Fuentes, Aquivaldo y Bernardo Redín.

Recibimiento de hinchas del Cúcuta Deportivo luego lograr el ascenso en 2015.

‘Cúcuta despierta sentido de pertenencia’

El Cúcuta Deportivo es un elenco que Wilder llevará siempre en su corazón. El ascenso logrado en el cuadrangular de 2015 le llevó a evidenciar el gran amor que la ciudad le tiene al equipo.

“Siempre lo dije y tengo que reconocer que Cúcuta es un plaza complicada, que la gente es de amores o de odios, pero aquí hay mucho sentido de pertenencia. Es la única ciudad, y he estado en muchas de Colombia, que el 90% de sus habitantes son hinchas del equipo.  Sales a cualquier lado y ves gente hablando del equipo. Cúcuta despierta sentido de pertenencia y eso siento por esta institución”, sentenció el preparador de arqueros.

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