La situación jurídica del senador Mario Castaño es tan comprometedora y tendría tantos tentáculos por detrás, que un día antes de la instalación del Congreso, la Corte Suprema le negó un recurso con el que quería tumbar su medida de aseguramiento.
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A las 3:00 de la tarde de este miércoles, como consecuencia, no pudo estar en el Capitolio porque la Sala de Instrucción encontró méritos suficientes para mantenerlo preso en La Picota. A dicho lugar fue trasladado el pasado 11 de junio, y desde entonces se han concentrado las pesquisas para dar con el paradero de otras cabezas que harían parte de la red que se quedaba con millonarias tajadas de contratos en al menos cuatro departamentos.
El indicio que tiene la Corte es que Castaño sería el líder de ese entramado corrupto por el que ya hay 11 capturados y van por más, todo esto teniendo en cuenta las vías legales que tienen los detenidos para llegar a una negociación a cambio de contribuir con la justicia.
Por ahora, a una de las personas a las que le siguen el rastro es a Juan Carlos Martínez. Si Castaño era un congresista de bajo perfil mediático antes del escándalo, Martínez –su mano derecha–, sí que era un desconocido.
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No obstante, EL COLOMBIANO conoció que él aparece reseñado como el coordinador de la red criminal que encabezaría Castaño. De hecho, tiene una orden de captura en su contra y por eso actualmente lo buscan en fincas en las que suele moverse.
El alcalde capturado
Huberto Vásquez, alcalde de Balboa, Risaralda, sería uno de los alcaldes que estaría implicado en hechos de corrupción del entramado Castaño.
Agentes de la Fiscalía lo capturaron este martes para que responda por las supuestas irregularidades en un contrato, aunque falta confirmar si las hizo en alianza con la gente del congresista. Lo que sí estableció este diario es que su nombre sale mencionado varias veces en el expediente que la Corte lleva contra el senador liberal.
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En una llamada con Martínez, por ejemplo, el alcalde se muestra preocupado por el desembolso de un convenio con el Ministerio del Deporte para una obra. Luego de tranquilizarse, Vásquez le contesta que ellos (Martínez y su gente) eran muy “verriondos” por firmar un convenio sin estar en la fase tres del proceso.
Ese tipo de jugadas, de acuerdo con la Corte, son indicio del rol que cumplía Martínez para coordinar proyectos con diferentes alcaldes. Una vez lo lograban, “la aspiración de la organización era direccionar la contratación de la obra pública a consorcios de su elección, para así, a través de los pagos de anticipos y por ejecución de la obra, apropiarse de los recursos públicos”, se lee en el auto de la Corte.
Es por eso que en la mira de las autoridades hay otras alcaldías. Entre ellas las de Pácora, Salamina, Aguadas y La Merced, Caldas; así como las de Armero Guayabal, Tolima, y Villamaría, Caldas, vinculadas a proyectos de Sacúdete al Parque en los que habría metido la mano Castaño.
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En su interrogatorio en la Corte, Castaño dijo conocer hace buen tiempo a los alcaldes de esos municipios y a sus proyectos, pero negó tajantemente que haya delinquido con ellos. Esa versión, sin embargo, podría cambiar en procura de beneficios con la justicia, pese a que su abogado le dijo a este diario que por ahora no hay nada dirigido a ello.
Entretanto, al alcalde de Balboa este jueves se le verá de nuevo en audiencia para desenredar el nudo que lo ubicaría como otro implicado que cayó dentro de este caso y que también podría prender el ventilador.
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