La siembra de cien barbatuscos en el sendero ecológico a un kilómetro del corregimiento de Buenavista, jurisdicción de Ocaña, se constituyó en un ritual por la defensa de los derechos de la mujer en esta zona del país.
Apoya a La Opinión haciendo clic aquí: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
Así lo manifestó la gestora social, Magda Pallares Torrado quien lidera la iniciativa con las asociaciones en el marco de la equidad de género de los programas de emprendimiento a través del Plante y Palante.
La funcionaria indicó que los últimos reportes en Ocaña registran 206 casos de violencia a la mujer durante el 2021, cifra bastante preocupante y elevada sin contar los no denunciados.
“Entre todos debemos hacer valer los derechos y con esa flor del barbatusco mostramos el carácter y la determinación de esos seres primordiales para el progreso y desarrollo de la sociedad”, agregó la funcionaria.
Lea además: Ábrego: la pandemia les enseña a vivir del vidrio reciclado
Con la asesoría de los ingenieros forestales, la especie nativa se sembró a 10 metros de distancia, destacando que esta crece rápido, sirve de sombrío y lo más importante oficia como recuperador de las cuencas hidrográficas.
“Juntamente con la filial de Ecopetrol, Cenit desarrolla un proyecto de reforestación con la participación masiva de 60 mujeres. Existe un potencial entre las campesinas dedicadas a labores agropecuarias para el cuidado de la naturaleza. Madres abnegadas quienes a pesar de las dificultades lanzan esa semilla a tierra fértil”, precisó.
Esa etapa es bastante ligera, el arbusto crece unos 80 metros en dos años para gozar de esa zona verde en el centro poblado gracias a las mujeres rurales que le dicen no a la violencia de género, reitera.
La administración local brinda rutas de apoyo y atención a las asociaciones de mujeres para mejorar los ingresos en el hogar. “Toda la institucionalidad desarrolló un acto especial para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer exaltando su gran valor e importancia para la transformación de la región”.
Lea además: Plato ocañero invade los hogares de la costa Caribe
En señal de reconciliación y convivencia pacífica plantaron los árboles como homenaje a todas las mujeres que han sido víctimas, deseando que ni una más vuelva a sufrir ningún tipo de agresión física, verbal, emocional o económica. “En esta siembra simbolizamos esa determinación inquebrantable de este gobierno por proteger los derechos de nuestras mujeres ocañeras”, indicó la Gestora Social.
Las participantes del proyecto manifiestan su gratitud por hacer parte de estas actividades tan importantes y prometen todo su empeño en la protección de los recursos naturales.
“Primera vez que el sector rural es tenido en cuenta para la recuperación del medio ambiente a través de las entidades oficiales”, expresó la líder social, Carmenza Pacheco González.
La esencia del programa es brindar espacios de reconocimiento y empoderamiento femenino, lo que ha permitido el incremento de su participación en todos los aspectos de su vida personal, laboral y social, incluyendo la toma de decisiones. Por tal motivo continuará trabajando incansablemente por cerrar las brechas de desigualdad, brindando mayores y mejores oportunidades a las mujeres de la región, puntualizó la funcionaria.
Lea además: Expo Catatumbo, una vitrina para los productos agrícolas
Nancy Estela López, líder del corregimiento de Buenavista, resalta la incorporación de la especie vegetal con un árbol que incluso hace parte de la gastronomía de la región. “A través de los emprendimientos hacemos valer los derechos del ‘Poder rosa’ de la mujer, observamos una luz de esperanzas para desplegar las alas y llegar muy alto materializando los sueños para mejorar las condiciones de vida de nuestros hijos”.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
