En furor se encuentran las festividades de comienzos de año donde la capacidad hotelera está copada y escasea la carne, debido al proceso de empalme desarrollado en la planta de beneficio del municipio de Ocaña.
El presidente de la Asociación de Expendedores, Carlos Fajardo Silva, indicó que paulatinamente se repone el intercambio comercial luego de la transformación implementada por el nuevo operador.
“Únicamente el 10 por ciento de la plaza de mercado cuenta con el producto, ya que existe escasez de ganado debido a las exportaciones. Los precios fluctúan entre 22 a 25 mil pesos el kilo y se espera un reajuste ya que estamos trabajando a pérdidas”, agregó.
El contrato de arrendamiento por diez años con la empresa Servi-Aeco expiró el pasado 31 de diciembre y en el nuevo año comenzó el montaje de la maquinaria, lo que generó traumatismo durante los primeros días del mes de enero.
La asociación cuenta con cien expendedores y sacrifican un promedio de 60 reses diarias para abastecer el mercado local, sin embargo, la dificultad más grande corresponde a la exportación del ganado lo que dificulta el ejercicio, indicó el presidente.