Confusión ronda las mentes de 25 jóvenes bachilleres en condición de vulnerabilidad a raíz de los enredos presentados con las becas prometidas por la Universidad Nacional para las víctimas de la violencia en Ocaña.
Los aspirantes acudieron a la convocatoria, suministraron los documentos exigidos, participaron del acto de entrega en el despacho del alcalde, Samir Casadiego, sin embargo, directivas del alma mater no avala el procedimiento.
Los padres de familia califican ese ejercicio como una burla y temen que los documentos puedan ser usados para sacar provecho en otros campos. El enlace de la Unidad municipal de Víctimas, Jazmín Beatriz Ibáñez Lozano dejó en manos de la Defensoría Regional del Pueblo la investigación correspondiente para aclarar la situación.
Por estafa no cabe una demanda porque el supuesto intermediario del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, DAPRE, Daniel Hortua Porras, no recibió un solo peso y las becas fueron entregadas en un acto público en el palacio municipal, agrega la señora Ibáñez.
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Los afectados iniciarán acciones legales ante la Fiscalía General de la Nación para reclamar los derechos como víctimas del conflicto armado y procedan a castigar a los responsables de ese engaño.
Sorpresa para los jóvenes
La líder social, Oneida María Trigos León, fue la encargada de hacer el denuncio del fallido proceso de entrega de las becas a los hijos de las víctimas de la violencia.
Una hija abogada fue hasta la Universidad Nacional en Bogotá y descubrió que esas becas prometidas no existen, ni mucho menos vínculo con la persona encargada de la promoción de las mismas.
“Nos están violando los derechos porque en el mes de agosto, luego de hacer todo el proceso, mi hija Laura Valentina fue una de las beneficiarias. Nos entregaron unos folletos muy bien elaborados con un logo de la Universidad Nacional y unas carpetas con las respectivas becas”, dice la madre de familia.
Llama poderosamente la atención que los documentos están firmados por el presidente actual, Gustavo Petro y el logo es del antecesor Iván Duque.
“Ilusionaron a los muchachos para cursar cualquier carrera con todos los gastos pagos. Estamos indignados y a los muchachos les da temor denunciar. Exigimos aclarar la situación”, exclamó.
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Nos están revictimizando a nosotros porque jugaron con los sentimientos de los chicos y no sabemos hacia dónde se fueron esos datos de los nombres y números de cédulas. Lo extraño es que no nos exigieron plata, puntualizó.
El alcalde lideró la entrega
Con bombos y platillos, el alcalde Samir Casadiego Sanjuán, hizo entrega el 11 de agosto del presente año las supuestas becas de la Universidad Nacional.
Al ser consultado por este medio manifestó que desconoce el inconveniente y recomendó hablar con el secretario de Educación de la época Raúl Rolando Castro Ojeda, quien no tiene idea de ese convenio con la Universidad Nacional.
Por tratarse de víctimas, el tema le compete a la secretaría de Gobierno y el titular de esa dependencia, abogado Jaime Velásquez Salamanca, prefiere esperar un concepto de los entes investigativos.
La única que dio la cara para entregar explicaciones es el enlace de víctimas, Jazmín Beatriz Ibáñez Lozano, afirmando que efectivamente se hizo la convocatoria, se cumplieron con todos los pasos y al final no se concretaron con el alma mater esos beneficios para los jóvenes.
“Todo se hizo de manera gratuita, nadie desembolsó un peso por esos trámites de papelería y carpetas”, reiteró la funcionaria.
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Fue enfática al afirmar que las becas para jóvenes víctimas del conflicto armado existen a través de las universidades y no entiende en donde se presentó el corto circuito.
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