Los picos altos de la pandemia generaron un descalabro económico entre los comerciantes de los municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo.
El intercambio de producto se ha visto afectado por las restricciones impuestas por los organismos de salud para evitar la propagación de la pandemia, indica el presidente de la Asociación de Comerciantes de Ocaña, Felipe Nery Meza Quintero.
“El 2020 fue bastante crítico debido al paro armado donde la gente quedó confinada en sus viviendas y luego vino la pandemia lo que ocasionó grandes pérdidas. En la temporada alta de diciembre se registró mejoría en algunos sectores y los toques de queda debido a la indisciplina ciudadana agravó la situación”, agregó.
Señaló que para el presente año el panorama es bastante desolador debido al rebrote y solamente cuando se proceda a la vacuna comenzará a normalizarse la actividad comercial. “Se vivió una anarquía total y el gobierno puso mano dura para frenar los contagios. Será difícil sobreponernos de las desgracias, muchos perdieron a sus seres queridos y otros están en bancarrota”, reiteró.
El vocero de los comerciantes calcula que el 20 por ciento del gremio cerrará las puertas durante el primer trimestre del presente año.
Dijo que muchos negocios desaparecerán al reducirse los ingresos y se volverán insostenibles. Mencionó además que se requiere un salvavidas.
“Necesitamos acciones concretas porque aparte de lidiar con la pandemia estamos azotados por los delincuentes”, agregó.
Los propietarios de establecimientos esperan acciones concretas ya que deben pagar los impuestos al principio de año.
Mientras tanto la Cámara de Comercio adelanta el análisis de la situación para adoptar estrategias durante el presente año.