Con el fin de analizar las implicaciones sociales, políticas y jurídicas de la crisis humanitaria provocada por el recrudecimiento del conflicto en la región del Catatumbo, se creó un espacio de reflexión y debate en la Universidad Libre.
Mediante el foro “Análisis Jurídico, Político y Social de las Dinámicas en la Región del Catatumbo” realizado en la sala de audiencias de la Universidad Libre. Dirigido a estudiantes, docentes y miembros de la comunidad académica del programa de derecho.
El abogado y procurador judicial, Rafael Eduardo Celis, abordó el primer tema, sobre el marco jurídico del Estado de Conmoción Interior.
Explicó que este mecanismo es una ‘decisión jurídica y no política’ y debe aplicarse sólo cuando existan perturbaciones al orden público que amenacen la seguridad ciudadana, el Estado y la estabilidad institucional, como ocurre actualmente en el Catatumbo.
El procurador recordó que existe una ley estatutaria (ley 137 de 1194) que regula las facultades del Gobierno en los estados de excepción, insistiendo en la importancia de recurrir a un control estricto de constitucionalidad.
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Posteriormente, la palabra la tomó Kenny Sanguino, abogado, con ‘las posibles guerras del Catatumbo’ donde a través de un contexto histórico expuso las razones que han llevado a esta región a sufrir una historia tan violenta.
Según Sanguino, en el Catatumbo existe una guerra horizontal que enfrenta a dos grupos armados, el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y al Frente 33 de las disidencias Farc, en una guerra territorial que deja en medio a las comunidades y limita la acción del estado.
La guerra actual por el control territorial no es más que la repetición de un conflicto que la región ya ha vivido y que es resultado del abandono estatal que la ha afectado históricamente.
Concluyó señalando que, incluso si los asesinatos disminuyen o cesan, la población del Catatumbo sigue enfrentando otras formas de violencia, en un contexto donde no hay garantías para la libertad económica, social e ideológica.
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El tercer espacio, que tuvo una visión más humanitaria frente a la emergencia que se presenta en el territorio y fue dirigido por Yuri Guerrero, abogada y defensora de los derechos humanos, expuso los desafíos y las oportunidades que puedan ayudar a crear una respuesta integral para el manejo de la crisis.
Guerrero resaltó la preocupante inaccesibilidad a ciertos territorios, donde ni siquiera los actores humanitarios pueden ingresar, algo inédito incluso en los peores momentos del conflicto en Colombia.
El foro finalizó con la intervención de Carlos Villadiego, un ex coronel de la Policía Nacional, quien vivió los momentos más difíciles en el conflicto en Norte de Santander y que expuso su experiencia en el contexto de la guerra.
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Su intervención estuvo orientada a la presencia de cultivos ilícitos en el territorio, pues considera que estos imposibilitan que los grupos armados suelten el control territorial que actualmente ejercen y hasta que no exista un solución integral que los erradique la región del Catatumbo será por muchos años un territorio de ‘violencia estructural’.
Redacción: Fernanda Botello / Practicante de periodismo
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