A pesar de que en numerosos países se estén administrando vacunas contra la COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió, ayer lunes que este año no se alcanzará la inmunidad de rebaño.
“No vamos a alcanzar ningún nivel de inmunidad de la población o inmunidad de rebaño en 2021”, declaró Soumya Swaminathan, jefa de científicos de la OMS, en una rueda de prensa, afirmando que tomará tiempo producir y administrar suficientes dosis para frenar la propagación del virus.
Además, insistió en la necesidad de mantener las medidas de higiene y de distanciamiento y el uso de mascarilla para atajar la epidemia de coronavirus.
La responsable alabó el “avance increíble” hecho por los científicos que participaron en el desarrollo no de una, si no de varias vacunas seguras y eficaces, contra el nuevo coronavirus en un año.
Pero, recalcó, desplegarla “toma tiempo”.
“Lleva tiempo aumentar la producción de dosis, no es solo cuestión de millones, sino que aquí estamos hablando de billones” de dosis, señaló, pidiendo a la población que sea “un poco paciente”.
Swaminathan afirmó que en algún momento “las vacunas llegarán. Llegarán a todos los países”.
“Pero, entretanto, no debemos olvidar que existen medidas que funcionan”, recordó.
Según ella, las medidas de higiene y distanciamiento contra el coronavirus deberían permanecer en vigor, “al menos, lo que queda de año”.
Aniversario en Wuhan
El aniversario de la primera muerte conocida causada por el nuevo coronavirus pasó desapercibido, ayer, en la ciudad de Wuhan, en un momento en que China intenta borrar su imagen de epicentro de la COVID-19.
El 11 de enero de 2020, China anunció que dos días antes se había registrado la primera muerte causada por el misterioso virus en la metrópolis de 11 millones de habitantes.
Más de 1,9 millones de personas murieron desde entonces en el mundo debido a la pandemia de Covid-19.
En Wuhan, al igual que en el resto de China, la pandemia quedó controlada en primavera boreal y el balance oficial de 4.634 fallecimientos no varió desde mediados de mayo.
En esta ciudad del centro del país, la primera en ser puesta en cuarentena el 23 de enero de 2020, los habitantes se dedicaban en la mañana de ayer a sus ocupaciones habituales.
Por su parte, los medios del régimen comunista silenciaban este primer aniversario.
“Wuhan es la ciudad más segura de China e incluso del mundo ahora”, dice a la AFP un sexagenario, Xiong Liansheng, en un concurrido parque a orillas del río Yangtsé, donde los jubilados bailan o se dedican a hacer ejercicios físicos, algunos con mascarilla.
“Los habitantes son muy conscientes de las medidas de prevención. Incluso mi nieto lleva una mascarilla cuando sale y sólo tiene dos años”, añade Xiong.
China ha sido criticada por su respuesta inicial a la epidemia. Los médicos de Wuhan que habían hablado de la existencia del virus fueron acusados por la policía de difundir rumores.
La identidad de la primera víctima conocida nunca se dio a conocer. Se sabe que se trata de un hombre de 61 años que hacía sus compras en el mercado Huanan de Wuhan.
Ese mercado, considerado como el primer gran foco de la epidemia, fue cerrado el 1 de enero de 2020.
Ahí se vendían animales salvajes vivos, considerados como posibles transmisores del nuevo coronavirus al hombre.
El lunes el mercado permanecía cerrado, detrás de una larga valla.
Más al norte, China registra en los últimos días un rebrote epidémico limitado en Hebei, la provincia que rodea Pekín.
Se detectaron un centenar de contagios en las últimas 24 horas, el número más elevado en China desde julio pasado. Unos 18 millones de dos pobladas comunas tienen prohibido salir de la ciudad.