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Mascotas
Los perros, aliados en la niñez y la vejez
Si en casa hay adultos mayores o niños, ambos tienen necesidades diferentes.
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Colprensa
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Domingo, 27 de Febrero de 2022

Una encuesta realizada a más de 11.000 personas de la tercera edad sugiere que aquellos que tienen un perro tendrían menos riesgo de desarrollar discapacidades físicas que los que nunca han tenido uno, según las conclusiones de un estudio publicado en PLoS ONE.

Investigaciones previas ya habían relacionado un menor riesgo de fragilidad –y por tanto de futuros problemas motores– entre adultos mayores si estos tenían un perro, una relación que se explica por los altos niveles de actividad física y social que supone compartir vida con un canino.

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Para entender mejor la relación entre ambas variables, el equipo del investigador Yu Taniguchi, del Instituto de Estudios Medioambientales de Tsukuba (Japón) realizó varios cuestionarios a 11.233 japoneses de entre 65 y 84 años evaluando si tenían perro o gato, además de recolectar variables de salud y demográficas entre junio de 2016 y enero de 2020.

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Menor riesgo

Los investigadores concluyeron que, durante el tiempo que duró el estudio, los adultos mayores con perro tenían la mitad de riesgo de desarrollar algún tipo de discapacidad física comparado con los que nunca habían tenido uno.

“Esta relación se mantuvo incluso después de tener en cuenta otros factores sociodemográficos y de salud, como el estado civil, los antecedentes de enfermedades crónicas o el tiempo que pasan al aire libre”, indican los autores.

En cambio, el equipo descubrió que tener un gato no impactaba en el desarrollo de una discapacidad motora, y que vivir con un perro o gato no implicaba menor mortalidad por cualquier causa.

“Este estudio sugiere que tener un perro puede proteger a los adultos mayores contra la discapacidad física si se combina con ejercicio físico, orientando los esfuerzos para promover un envejecimiento exitoso”, subraya a SINC Taniguchi.

Durante la etapa más dura del confinamiento, pasear a un perro podría haber sido especialmente útil a las personas mayores para evitar problemas físicos derivados de las restricciones a la movilidad.

Futuras investigaciones podrían estudiar los mecanismos físicos o psicológicos por los que tener un perro aporta beneficios, así como examinar las relaciones entre la compañía de un can y el riesgo de discapacidad en otros países aunque, según Taniguchi, los resultados de este trabajo serían extrapolables fuera del territorio nipón.

“Tener un perro protege contra la aparición de la discapacidad en los adultos mayores, y el cuidado diario, la compañía, y el ejercicio que implica cuidar del animal, desempeñan un papel importante en el proceso envejecimiento”, concluye el experto.

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La raza importa

Con cada película o serie exitosa en la que aparezca una mascota se incrementa la demanda de determinadas razas.

Ocurrió con Lassie y los pastores Collie, con Beethoven y los San Bernardos, con Game of Thrones y los Huskys y con los Dálmatas con su película animada (1961) o más recientemente con Cruella (2021). Otra raza reciente en la pantalla fue el Golden Retriever de la serie Hawkeye.

El estudio Dog Movie Stars and Dog Breed Popularity: A Case Study in Media Influence on Choice, publicado en el portal científico Plos One y escrito por Alberto Acerbi, Stefano Ghirlanda y Harold Herzog, asegura que el estreno de películas con perros se asocia (a menudo) con un aumento en la popularidad de las razas presentadas hasta 10 años después del estreno.

La etóloga especializada en perros Sandra Alba denuncia que en esas situaciones se carga a la mascota con una presión por ser de determinada manera, y como no se cumplen estas expectativas hay desde actitudes hostiles hasta abandonos. Por eso, antes de conseguir una mascota por “moda” hay que evaluar muchas variables.

Una decisión pensada

Antes de adoptar o comprar una mascota, advierte Alba, deben hacerse las siguientes preguntas. ¿Tengo el espacio para tenerlo?, ¿cuento con el dinero para atender sus necesidades?, ¿todos los habitantes de la casa están de acuerdo?, ¿qué tanto tiempo tengo para invertir en el perro?, ¿para qué lo quiero?

En el caso particular de los dálmatas, por ejemplo, hay que tener en cuenta que es una especie que crece mucho, que tienen “mucha energía y necesitan unos cuidados especiales porque son muy sordos y no escuchan bien las indicaciones que se les dan”, dice Alba.

Así mismo, como es una especie que no se caracteriza por su paciencia, no es la más recomendable para los niños. En cambio sí lo es para alguien atlético, un deportista al que le guste de correr con ellos.

Ana Cecilia Agudelo Pérez, docente de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES, señala que se debe tener en cuenta si hay adultos mayores en la casa o niños, porque ambos tienen necesidades diferentes que deben tenerse presentes al momento de escoger al perro que se traerá al hogar.

Ella sugiere evaluar qué condiciones demanda cada raza, el temperamento, la cantidad de ejercicio, si necesita cuidados adicionales por su pelaje, o en la piel, y si esa raza en particular tiene particularidades por su genética.

Razas ideales

Lo recomendable para niños es buscar especies que sean enérgicas, alegres, juguetonas y pacientes, que no tengan problemas de crianza. Por ejemplo, los salchicha, que necesitan mucho ejercicio pueden ser ideales para los niños, al igual que los beagle, aunque estos últimos tienen tendencia a ladrar bastante. También funcionan los san bernardo y boston terrier.

Razas como los siberianos, que además pueden ser muy independientes son indicadas para personas atléticas, a quienes les gusten los paseos largos y tengan tiempo para hacer varias salidas en el día, además de contar con mucho espacio. Otros con mucha energía que necesitan salir son los galgos españoles, los border collie y los boxer.

En el caso de personas mayores, señala Agudelo, se deben preferir las razas alegres y tranquilas, que no sean bruscas como los yorkshire, zuchón, schnauzer y goldendoodle.

Recuerde que la raza solo es una parte de su comportamiento (incluso los criollos con los que se puede identificar cuáles razas se mezclaron) y que la crianza es fundamental. Lo importante es que antes de adoptar cualquier perro se asesore e informe para que pueda compartir por muchos años de su compañía y lealtad.

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