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Más de 9.000 personas, en su mayoría civiles, han muerto en Siria desde el estallido, hace un año, de una revuelta popular reprimida a sangre y fuego por el régimen de Bashar el Asad, informó una ONG siria.
Más de 9.000 personas, en su mayoría civiles, han muerto en Siria desde el estallido, hace un año, de una revuelta popular reprimida a sangre y fuego por el régimen de Bashar el Asad, informó una ONG siria.
Según el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH, con sede en Gran Bretaña), perdieron la vida 9.113 personas, entre ellas 6.645 civiles, 1.991 militares y miembros de los servicios de seguridad y 471 rebeldes.
"A pesar de los muertos y la represión, el pueblo sirio prosigue su revolución", comentó Rami Abdel Rahman, presidente del OSDH contactado por la AFP.
Los militantes contra el régimen sirio conmemoraban el jueves el primer aniversario de la revuelta, reprimida por Damasco que no reconoce la amplitud del movimiento y lo atribuye a "bandas terroristas".
Según la ONU, más de 30.000 sirios que huyeron de la represión se refugiaron en los países vecinos y unos 200.000 fueron desplazados en el interior del país desde el 15 de marzo de 2011.
Con el correr de los meses, las manifestaciones pacíficas dejaron su lugar a una militarización de la revuelta. Miles de militares disidentes, que forman el Ejército Sirio Libre (ESL), se alzaron en armas contra el régimen.
Según el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH, con sede en Gran Bretaña), perdieron la vida 9.113 personas, entre ellas 6.645 civiles, 1.991 militares y miembros de los servicios de seguridad y 471 rebeldes.
"A pesar de los muertos y la represión, el pueblo sirio prosigue su revolución", comentó Rami Abdel Rahman, presidente del OSDH contactado por la AFP.
Los militantes contra el régimen sirio conmemoraban el jueves el primer aniversario de la revuelta, reprimida por Damasco que no reconoce la amplitud del movimiento y lo atribuye a "bandas terroristas".
Según la ONU, más de 30.000 sirios que huyeron de la represión se refugiaron en los países vecinos y unos 200.000 fueron desplazados en el interior del país desde el 15 de marzo de 2011.
Con el correr de los meses, las manifestaciones pacíficas dejaron su lugar a una militarización de la revuelta. Miles de militares disidentes, que forman el Ejército Sirio Libre (ESL), se alzaron en armas contra el régimen.