La película podría convertirse pronto en un hito de otro viaje que parecía improbable: el de la estrella de "El Príncipe de Bel-Air", Will Smith, quien tiene posibilidades de ganar su primer Óscar al mejor actor en el papel del padre, entrenador y mánager de las tenistas.
Smith se "enamoró de Richard Williams" hace dos décadas, después de ver cómo el hombre salía en defensa de su hija Venus, quien entonces tenía 14 años, en una entrevista con un periodista demasiado insistente.
"La mirada de Venus ... esa imagen se grabó a fuego en mi corazón", dijo en una rueda de prensa en línea. "Porque así es como yo quería que fuera la expresión de mi hija cuando me viera defenderla".
"Quería mostrar al mundo a un padre que protege a su hija de ese modo", dijo Smith, quien protagonizó y produjo la película de Warner Bros.
El filme, estrenado el domingo en Los Ángeles durante el AFI Fest, se centra en cómo la inusual y unida familia de los Williams del barrio empobrecido y mayoritariamente negro de Compton forjó su éxito futuro.
Richard Williams, un entrenador autodidacta, escribió un plan de 78 páginas para convertir a Venus y Serena en las mejores jugadoras del mundo incluso antes de que nacieran, tras conocer lo lucrativos que eran los premios.