Ya se encuentra disponible en HBO Max, ‘Rey Richard: una familia inspiradora’, la película basada en la vida del padre que contribuyó a la crianza de dos atletas de las más extraordinarias de todos los tiempos, quienes terminarán cambiando el deporte del tenis para siempre.
Will Smith, dos veces nominado al premio Oscar, interpreta a Richard, bajo la dirección de Reinaldo Marcus Green, presentan la historia de un hombre impulsado por una visión clara de su futuro y utilizando métodos poco convencionales, que tenía un plan que llevará a Venus y Serena Williams de las calles de Compton, California, al escenario mundial como iconos legendarios.
Una película calificada como profundamente conmovedora, muestra el poder de la familia, la perseverancia y la fe inquebrantable como un medio para lograr lo imposible e impactar al mundo.
Para Will Smith, protagonista y productor de la película, es la historia de “El sueño imposible. La mayoría de nosotros, tenemos sueños imposibles. Tenemos cosas que haríamos si creyéramos que son posibles, cosas que haríamos si creyéramos. La historia de Richard y de esta familia es en gran medida el Sueño americano. Hay muy pocos lugares en la tierra en donde podrían ocurrir historias como las Venus y Serena. Esencialmente, se trata de querer ser las mejores versiones de nosotros mismos, pero a veces, nuestras circunstancias pueden no coincidir con eso. Todo depende de la fuerza del espíritu humano para vencer los obstáculos. Es la realización de un deseo para todos nosotros”.
El director Reinaldo Marcus Green encontró un punto resonancia en la dinámica de la familia que trabajó unida para llevar a cabo ese sueño: “Está muy claro que esta historia es realmente un asunto de familia. Al hablar con los miembros de la familia Williams, hablaron de su madre, Oracene, quien trabajaba turnos dobles para poner comida en la mesa. Richard tenía muchos trabajos. Pero todas las hermanas, Isha, Lyndrea, Tunde, estaban en la cancha con Venus y Serena. Recogían pelotas, colgaban carteles y estaban en la cancha después de la escuela hasta que se apagaban las luces. Las hermanas mayores ayudaban a cuidar a las más jóvenes, lo que me pareció increíble cuando escuché la historia; todo esto necesitaba mostrarse en un guión y en la pantalla”.
En el momento en que las verdaderas hermanas Williams dejaron atrás las canchas del vecindario y estaban irrumpiendo en la escena del tenis profesional hacia mediados o finales de la década de 1990, el entonces joven Tim White, también jugador de tenis, había escuchado historias sobre el plan que Richard Williams había escrito desde antes de que nacieran Venus y Serena. Así que, en 1999, cuando las hermanas Williams se enfrentaron en la final del Campeonato Lipton (ahora el Miami Open), el productor Tim White recuerda: “Allí estaba este papá con estas dos niñas y todos lo miraban con opiniones muy diversas. Pero lo que se me quedó grabado fue que se trataba de un tipo que tenía un sueño del que todos a su alrededor habían dudado. Ahora, estaban jugando en la final, y él mostró este letrero que había escrito en un pizarrón que decía: ‘¡Se los dije!’. Al final, todo lo que dijo y predijo se cumplió. Me pareció que era un personaje increíble con una historia que necesitaba ser contada. Y ese fue, para mí, el momento que realmente inspiró la película”.
Alrededor del 2015, Tim y su socio comenzaron a mirar seriamente a Richard Williams: su crianza en el sur de Estados Unidos, bajo las leyes de Jim Crow que promovían la segregación racial en Shreveport, Louisiana; su inclinación por crear todo tipo de planes para todo tipo de emprendimientos, incluido uno en el que delinea cómo sus hijas y las de Orancene conquistarían el mundo del tenis.
El productor Trevor White dijo: “El planteamiento de Tim fue que probablemente se trataba de la mejor historia de entrenamiento que jamás le habían contado; pero también mucho más que eso, una historia de una familia que hizo realidad lo imposible. Sabía muy poco sobre Richard, fuera de que la prensa lo había posicionado como una figura controversial. Cuando comenzamos realmente a ver quién era Richard como persona, vimos a ese hombre increíblemente complejo, determinado a hacer triunfar a su familia y cómo juntos, Richard, Oracene y sus hijas, habían contribuido a que Venus y a Serena se convirtieran en mujeres sobresalientes y campeonas”.
Y Will Smith agregó: “Creo que lo que más me sorprendió, antes de decidir que tenía que contar esta historia, fue que Richard lo había profetizado todo; que había visto un partido de tenis en el que Virginia Ruzici ganó $40,000 dólares y dos años antes de que nacieran las niñas, Richard escribió planes para toda su carrera. De hecho, le contó a Oracene su sueño, su profecía, y le dijo que debían tener dos hijos que iban a ser los jugadores de tenis número uno y número dos de todos los tiempos. Y yo me dije: 'Espera, eso no puede ser cierto'. Cuando volví e investigué, me pareció que era una poderosa historia de fe, amor, familia y Dios”.
“Por encima de todo estaba Dios, luego la familia, la educación y el tenis. Creo que eso fue lo que hizo que su impulso fuera tan especial”, finalizó el protagonista y productor de la película.
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