Las horas pasan lentamente y la incertidumbre se apodera cada vez más de los familiares y amigos de Jhon Jairo Díaz Rozo, el comerciante de carne que fue secuestrado la tarde del pasado 18 de noviembre, cerca de su negocio, ubicado en la Nueva Sexta. Aún no hay rastro de su ubicación.

De las autoridades se ha conocido muy poco. Lo único que se limitó a decir la coronel Sandra Mora, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, en ese entonces, es que probablemente a Jhon Díaz lo tendrían en el territorio venezolano, pero aún no hay nada confirmado.

Mientras se ven acciones poco eficientes de las instituciones encargadas de garantizar la vida y la seguridad de los cucuteños, los seres queridos y amigos de infancia de Jhon Jairo siguen clamando a sus captores para que le respeten la vida y lo devuelvan sano y salvo a su hogar.

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“Te extrañamos mi gran amigo y hermano. Oramos a Dios por tu pronto regreso”. Este es uno de los constantes mensajes que circulan a través de las redes sociales de múltiples amigos de la víctima.

En medio de una velatón y de jornadas de acompañamiento, familiares y amigos de Jhon Jairo Díaz han tratado de unirse en una sola voz y de mantener la esperanza de que los violentos no se salgan con la suya y se pueda volver a disfrutar de la sonrisa y de la amabilidad que caracteriza al comerciante de carne.

“Han pasado 18 días sin tener comunicación con él, no sabemos nada y lógicamente por petición de las autoridades es mejor de esta manera. Hemos hecho actividades para seguir fuertes mentalmente y poderosos en la fe, para que Jhon Jairo vuelva. Seguimos tratando de soportar esta zozobra para ‘arropar’ a esta familia, que es la que afronta esto directamente”, aseguró un amigo cercano del comerciante.

Aunque La Opinión consultó con el Gaula los posibles avances de la investigación de este hecho, no hubo mayores detalles y solo se conoció que continuaban las pesquisas.

Por ahora se espera que Díaz Rozo, de 30 años, pueda recobrar la libertad y siga contribuyendo con su labor comercial en la Nueva Sexta.

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¿Cómo fue?

En varios videos de las cámaras de seguridad instaladas alrededor del lugar donde se dio el rapto, se puede observar que durante varios minutos un carro Renault Logan, de placas KHZ-510, estuvo esperando cerca de donde estaba parqueada la camioneta de la víctima, para que cuando llegara, se la llevaran.

Cuando el comerciante se acercó a su camioneta, en compañía de una mujer, de inmediato los delincuentes arrancaron y se estacionaron detrás del vehículo, luego, cuatro hombres se bajaron ocultando sus caras con tapabocas y obligaron a la víctima a bajarse para llevársela con rumbo desconocido.

Las autoridades consideran que el hecho fue muy bien planeado, pues le hicieron un seguimiento riguroso a la víctima, para esperar el momento indicado y secuestrarla sin despertar sospechas.

El rapto ocurrió a pocos metros de donde está ubicada la carnicería, un negocio familiar de la víctima.

“No sabemos quién lo tiene, no se han comunicado y hasta el momento no han hecho ninguna exigencia”, explicó un familiar en ese momento.

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