El sonido de dos disparos en un parqueadero, de la avenida Gran Colombia con avenida 9E, fue el presagio para los comerciantes y transeúntes de que algo malo iba a sobrevenir. Y así fue, Gustavo Adolfo Galvis Rincón fue impactado cuando llegaba a parquear su vehículo Chevrolet Spark.

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La víctima, de 33 años, regresaba, a las 12:45 de la tarde, a su trabajo como asesor comercial de una empresa de telefonía móvil, luego de almorzar junto con una compañera. Galvis estacionó su carro sin percatarse que segundos después se encontraría con la muerte.

Según se conoció, dos hombres que entraron al lugar en una moto Kawasaki KLR 650 otra Suzuki GN roja, golpearon el vidrio de la ventana del conductor y posteriormente, uno de ellos sacó un arma y le disparó dos veces en el pecho, dejando a Galvis gravemente herido.

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Luego de cumplir con el objetivo, los atacantes salieron tranquilamente en sus motos, con sentido hacia el centro de la ciudad. Mientras tanto, la acompañante de la víctima gritó pidiendo auxilio y algunas personas corrieron para ayudar.

Rápidamente, los compañeros de trabajo se abrieron paso entre la multitud que se agrupó alrededor del vehículo y se la llevaron hacia una clínica cercana, adonde fue atendido por los médicos y a pesar de que luchó por su vida, murió antes de las 4:00 de la tarde.

Luego de conocer la trágica noticia, las  lágrimas de los amigos y compañeros de trabajo de Galvis, quien se había desempeñado como asesor durante los últimos 5 años, aumentaron a cada minuto, sumado al dolor de su familia, pues no entendían por qué lo asesinaron, si siempre se caracterizó por ser una persona responsable y comprometida con su labor.

Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de adelantar la inspección del lugar de los hechos. Los investigadores analizan algunos videos de las cámaras de seguridad para identificar a los responsables.

Fuego cruzado

Uno de los pistoleros, que conducía la motocicleta Suzuki GN no le fue tan fácil huir, pues mientras emprendía su escape una persona que conducía un vehículo desde el otro lado de la vía, desenfundó un arma y le hizo algunos disparos, intentando detenerlo registrándose un intercambio de tiros.

“Nosotros le dijimos al señor que no disparara más, porque había mucha gente y podía herir o matar a alguien sin querer” explicó con pánico un testigo.

Semana violenta

La violencia no cesa en Cúcuta. La noche del domingo hubo dos asesinatos en diferentes lugares de la capital de Norte de Santander. Uno de ellos se registró en la calle 0 con avenida 0 del barrio Lleras Restrepo, donde Arrufe Emir Domat Bandres, un comerciante, de 40 años, fue asesinado, mientras hablaba con un amigo frente al conjunto residencial donde vivía desde hace cuatro años.

Paralelamente, en la calle 30 con avenida 24 del barrio El Reposo, perdió la vida Hernán Mauricio Martínez Zúñiga, conocido como ‘Tocineta’, de 34 años, quien era reconocido por las autoridades por cometer múltiples atracos a mano armada en las comunas 9 y 10 de Cúcuta.

El lunes, Emel Arévalo, un electricista de 42 años, quien trabajaba desde hace 15 en la avenida 7 con calle 0B del barrio La Ínsula, murió cuando intentó frustrar un fleteo golpeando con un repuesto de vehículo a uno de los asaltantes, que le disparó en dos oportunidades en el pecho, causándole la muerte.

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