Más de diez kilómetros separan la vivienda de la señora Nina Avella Mora del lugar donde su cuerpo fue hallado, en avanzado estado de descomposición. Su muerte resulta confusa y desesperante, y se suma como un capítulo trágico más de los hechos violentos ocurridos durante este mes de diciembre en Cúcuta.
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La mujer, de 67 años, fue vista por última vez por sus familiares en la noche del 21 de diciembre, alrededor de las 6:00 p. m., en su vivienda. A partir de ese momento, comenzaron cuatro días de absoluta angustia para sus seres queridos, quienes recorrieron las calles del barrio Comuneros —donde residía— y difundieron su fotografía a través de redes sociales con la esperanza de obtener alguna información sobre su paradero.
Sin embargo, esa esperanza se desvaneció. En la tarde del pasado jueves, un macabro hallazgo sacudió a varias personas que se encontraban cerca del río Peralonso, en jurisdicción del municipio de San Cayetano: allí fue encontrado un cuerpo humano.
Una funeraria se encargó del traslado del cadáver hasta las instalaciones de Medicina Legal en Cúcuta, donde se logró establecer su identidad al coincidir con la denuncia de desaparición interpuesta por la familia de Nina Avella Mora.
El caso quedó ahora en manos de las autoridades, que deberán determinar la causa de la muerte. Se trata de un hecho rodeado de misterio, pues, según los informes preliminares, el cuerpo llevaba varios días en estado de descomposición, sin que hasta el momento se tenga claridad sobre cuándo llegó a ese sector del río ni si fue arrastrado por la corriente.
De igual forma, sigue siendo incierto lo ocurrido durante los últimos días de vida de la mujer, una situación que mantiene sumidos en el dolor y la incertidumbre a sus hijos, quienes aún buscan respuestas.
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