Un hecho escalofriante, que terminó dejando sin vida a tres miembros de una misma familia, estremeció la noche del miércoles a los habitantes del corregimiento La Gabarra, zona rural de Tibú.

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Allí, la frustración, la tristeza y el rechazo reinaron desde el momento en que se conoció que, Jorge Pacheco Vargas, al parecer, asesinó a su expareja, Lidia Ester Cruz Cervantes, a su hijo de 11 años, y después se suicidó.

El hecho se registró en una finca que queda en la vereda El Brandy, hasta donde el hombre, de 65 años, llegó para acabar con la vida de sus familiares.

Según se conoció, la pareja se separó el año pasado, pero Pacheco regresó hace pocas semanas a La Gabarra para pedirle a la mujer que retomaran la relación, a lo que ella se negó.

“Esa es una versión que se tiene, de todas formas será trabajo de las autoridades establecer si el señor (Jorge Pacheco) cometió ese hecho por una situación económica o sentimental”, dijo un habitante de ese corregimiento de Tibú.

El hecho

Cuando el reloj marcaba que eran las 10:00 de la noche, según se conoció, Jorge Pacheco llegó hasta la finca ‘Mata de Cacao’ y caminó hasta una vivienda, en busca de Lidia Cruz, de 43 años.

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El agresor, al parecer, primero le disparó en el ojo izquierdo a su expareja, que estaba a 500 metros de la casa, hablando por celular y luego ingresó a la vivienda y accionó la escopeta contra su hijo, que estaba en una habitación.

Finalmente, Pacheco se suicidó de un balazo en el mentón, por lo que su cuerpo quedó tendido en el lugar.

El hecho fue descubierto por una persona que llegó a la finca horas más tarde y observó la macabra escena, por lo que alertó a las autoridades. Sin embargo, por razones de seguridad, los empleados de una funeraria se encargaron de recoger los tres cadáveres y trasladarlos hasta el Instituto de Medicina Legal, en Tibú.

Rechazan el hecho

La Asociación de Madres del Catatumbo por la Paz rechazó el hecho y pidió a las autoridades que tengan en cuenta las denuncias que interponen las mujeres por violencia intrafamiliar, para evitar que terminen en un hecho como el que ocurrió la noche del miércoles.

“Hay que buscar una solución a esto, hacer reconciliaciones en este territorio (La Gabarra). Que haya un acompañamiento psicológico para impedir que ocurra algo así”, dijo una vocera de la asociación.

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