Los movimientos sospechosos que realizaban cuatro personas en los tres parques principales y entornos escolares de Ocaña empezaron a encender las alarmas de la comunidad que no dudó en hacerle saber a las autoridades lo que sucedía.
Con datos e información clave, en febrero de este año, la Sijín de la Policía de Norte de Santander dio apertura a una investigación que permitió establecer la presencia de una estructura delincuencial conocida como Los Búhos. Y es que, precisamente, el modo de operar de esta banda era sigiloso y nocturno.
Lo primero que adelantaron las autoridades fue la estrategia de agente encubierto, pero encontraron la primera barrera: la estructura solo le vendía a personas conocidas por ellos.
Sin embargo, los investigadores fueron más allá y lograron adentrarse para descubrir cada uno de los movimientos de los integrantes.
La investigación permitió establecer que la estructura delinquiría desde enero y sus puntos fijos serían los parques 29 de Mayo, San Agustín y San Francisco.
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Inicialmente, Mildred Paredes Quintero, conocida como alias La Chiquis, y quien sería la líder de la banda, se ubicaba junto con Cristian Javier Pacheco Patiño en el parque San Francisco, en donde hay una institución educativa, sin embargo, al ver la constante presencia policial, decidieron trasladarse hasta el parque San Agustín.
Allí se ubican otras dos instituciones educativas que tienen una modalidad especial y solo funcionan los fines de semana.
Por su parte, Andrés Camilo Vergel García, en ciertas ocasiones cumplía el rol de vigilancia y control, pues se encargaba de cuidar mientras otra persona vendía, y en otras la de domiciliario.
Finalmente, Jhonny Alexander Bustamante Brito, alias Rottweiler, sería también domiciliario.
Según la investigación, Los Búhos distribuirían estupefacientes como clorhidrato de cocaína, marihuana sintética y marihuana pura.
Luego de recopilar las pruebas suficientes, las autoridades solicitaron las órdenes de captura en contra de las cuatro personas las cuales fueron emanadas el pasado 20 de noviembre por el Juzgado Promiscuo Municipal de González, César.
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Con los documentos en mano, los uniformados llegaron, el 12 de diciembre a las 8:00 de la noche hasta el barrio Betania y al parque San Agustín.
Allí se logró la captura de La Chiquis, Camilo, Rottweiler y Cristian por el delito de tráfico de estupefacientes.
Luego fueron presentados a la Fiscalía en donde fueron escuchados en las audiencias públicas y, a pesar de las pruebas recopiladas durante siete meses por las autoridades que incluían grabaciones de las compras controladas y del modo de operar de la estructura, un juez decidió cobijarlos bajo la medida de casa por cárcel.
Cabe resaltar que La Chiquis ya había sido detenida anteriormente por el mismo delito al igual que Camilo, sin embargo, éste último había sido en calidad de menor de edad.
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